El entrenador del CD Parquesol, aún exultante después de subir a Primera B, declara sus intenciones de luchar por el segundo puesto y de quedarse en la entidad naranja

Foto: Sergio Borja
“Tenía que ser en casa, ante nuestra gente. No había mejor día”. Así de convencido se mostraba Rubén Jiménez después del ascenso, exultante ante los varios medios de comunicación que, por fin sí, prestaron atención a un CD Parquesol que ya es de Primera B.
Lo es con tres jornadas de adelanto y después de un partido “difícil de plantear” ante un Dinamo Guadalajara que concedió espacios porque jugaba “con la defensa muy adelantada” –lo que propició el doblete de Alicia Rey– y supo “tratar” al conjunto naranja, que estuvo algo incómodo con el balón. No obstante, mostró su fiabilidad de siempre para conseguir un hito histórico para el fútbol vallisoletano.
Lo es para el fútbol, pero principalmente para un CD Parquesol para el que el ascenso “lo significa todo”. “Ha habido un gran apoyo en redes sociales y de parte de la sección masculina. El salto al profesionalismo que va a provocar la Primera B es el que esperamos”, afirmó el técnico.
Ahora queda la guinda de buscar el segundo puesto, “que sería lo más bonito” para cerrar el curso aunque Jiménez adelantó el agradecimiento a sus jugadoras porque “ha sido difícil, pero han hecho muy buena temporada y llevan dos meses haciendo un trabajo espectacular” y porque en momentos complicados han “solventado con frialdad los retos”.
Con respecto a su futuro, el entrenador parquesolino no tiene ninguna duda: pasa por continuar en el cargo y liderar el siguiente proyecto naranja un escalón por encima del actual. “Si uno está bien en un sitio, ¿para qué se va a ir? Me quedo en casa“, concluyó sonriente.
