El entrenador del Real Valladolid Promesas lamenta que la copiosa lluvia caída durante la segunda mitad condicionase el fútbol de sus jugadores. No obstante, se reconoce “súper orgulloso con el juego mostrado ante el Real Avilés, pese a la derrota

Foto: Rosa M. Martín
No fue, el envite ante el Real Avilés, el mejor encuentro de la temporada para el Real Valladolid Promesas. No fue el mejor no tanto por el desarrollo como por la resolución, por la derrota final, condicionada por la intensa lluvia que cayó en la segunda mitad. Así lo vio al menos su entrenador, Rubén de la Barrera, que lamentó la afección de las condiciones climatológicas al transcurrir ideal y anhelado del encuentro.
“Fuimos claramente superiores y tuvimos opciones de hacer gol. Este campo es lo que es y, a partir de la lluvia, podía ocurrir lo que ocurrió, que te condiciona el rendimiento y el proceder, aunque nos hemos intentado adaptar”, explicó. Condicionados, efectivamente, porque debió hacer dos cambios que no permitió al filial mostrarse de la manera que quería, lo que no impidió que el técnico se mostrase “súper orgulloso” con lo hecho por sus jugadores. “Hemos jugado muy buen partido ante un gran rival, este es el camino a seguir”, espetó.
Con todo, aun siendo un factor a tener en cuenta, el gallego prefirió la realidad a las quejas. Dicho de otro modo: es consciente de dónde debe jugar su equipo y no quiso lamentarse por no hacerlo en Zorrilla. “No hay ningún problema por jugar en este campo, aunque, cuando llueve, durante la semana te impide entrenar de la mejor manera, porque crea bolsas de agua, y el fin de semana, si cae una tormenta o una lluvia importante, se complica”, manifestó.
A su modo de ver, esto “forma parte del proceso de aprendizaje de los jugadores”, que mostraron una “actitud importantísima” para tratar de sacar el partido adelante. “Estoy fastidiado por la derrota y por los motivos por los que se ha producido. Tuvimos opciones hasta el último minuto, con ese penalti clarísimo que no señalan, pero no estoy preocupado. Cada vez jugamos mejor y somos capaces de asumir más protagonismo contra equipos importantes de la categoría”, ponderó.
Fue así pese a las importantes bajas de Jorge Hernández y Guille Andrés, catalizadores del juego ofensivo del Promesas. Aunque ninguno de los dos jugó en Soria ante el Numancia con el primer equipo, no jugaron ante el Real Avilés a instancias de Rubi, que presumiblemente les utilizará en el duelo copero del miércoles contra el Girona.
Tampoco por ello mostró preocupación De la Barrera. “Son dos jugadores importantes, pero yo no entreno a un jugador ni a dos, entreno a un equipo. Deportivamente son importantísimos, pero colectivamente el equipo ha demostrado a ojos de todos y contra un grandísimo equipo que es capaz de dominar y hacer las cosas realmente bien”, finalizó.
Josu Uribe, satisfecho con el triunfo
El entrenador del Real Avilés, Josu Uribe, se mostró satisfecho con el triunfo de sus pupilos ante “un buen equipo” que, sobre todo durante la primera parte, en la que “circuló muy bien el balón”. En este periodo, a los suyos les “costó robar” y jugar como lograron hacerlo en la segunda mitad, en la que, a su modo de ver, pudieron hacer más de dos goles, pese al desgaste al que los de Rubén de la Barrera les sometieron en los primeros 45 minutos.
Para él, “el campo estaba peligroso para los dos equipos” e impidió uno de esos tantos que les habría permitido cerrar el partido. No fue, por tanto, tal condicionante, en su opinión, si bien reconoció que el Promesas es, por lo general, un rival “muy dinámico y que juega muy bien la pelota”, algo que en esta ocasión pudo hacer menos.
