Juan Villar aprovecha la buena dinámica del final de la temporada pasada para convertirse en uno de los jugadores más en forma del Real Valladolid en una posición que conoce, pero que no le es del todo natural

Existe un dicho, a veces enigmático, que dice que menos es más. Otras, tiene un foco encima, y es real. Así se puede entender al menos en el caso de Juan Villar; el menos delantero de todos los que tiene el Real Valladolid, y por ahora, de momento, el más.
Hasta la fecha, ha sido titular en los cuatro partidos disputados de liga, en dos de ellos, los dos de casa, ante Alcorcón y Bilbao Athletic, partiendo como referencia móvil. La respuesta, en ambos encuentros, ha sido la del gol, y así suma dos que le valen para ser momentáneamente el máximo goleador blanquivioleta.
Es el atacante que más tiempo lleva trabajando a las órdenes de Gaizka Garitano, y quizá de ahí que sea el que mejor maneja los automatismos. Como él, Rodri, que arribó más tarde, acumula dos titularidades, pero se le ha visto poco, y lo poco que se le ha visto ha sido perdido, desacertado. En Copa del Rey tuvo otra ocasión en el once, junto a Diego Rubio, uno de los últimos en llegar, pero le falta empaque, alma, no solo marcar.
Aunque no ascendió con el Cádiz, y de hecho la promoción de ascenso a Segunda ‘obligó’ a darle más vacaciones, Villar parece estar aprovechando la buena línea mostrada el pasado curso en la ‘Tacita de Plata’ para prolongar su buen momento futbolístico. Se encuentra en un gran estado de forma, que ha sido premiado con el galardón al jugador del mes que entrega Mahou, patrocinador del Real Valladolid. Y mientras, el equipo saca tajada de ello.
A falta de que Erick Moreno apure la forma y sea algo más que una incógnita, y que Diego Rubio se haga al ideario de Garitano, como el citado Rodri, Villar bien vale para un roto o para un descuido, que diría el maestro Sabina. Es intenso como su entrenador requiere, volátil y vertical, como lo hace el dibujo, y además, como se ha dicho, viene viendo puerta.
Cabe esperar que, con el transcurrir de las semanas, alguien más ‘natural’ ocupe la zona de vanguardia y su lucha pase a ser por la banda derecha, en la que Guzmán aprieta y Alfaro ya ha participado. El de Onuba, sin embargo, lo tiene claro. En la entrega del citado premio, reconoció que está “contento con su inicio de temporada”, pero que es tan exigente consigo mismo que espera “que esto no sea más que el comienzo” y pueda seguir ofreciendo, como hasta ahora, “lo mejor” de él.
