Carlos Sebastián y Diego Puerto entrenan a los primeros equipos benjamines de Betis y Laguna, respectivamente, que representarán a la provincia –Íscar aparte– en dicho torneo

y del Laguna benjamín
Foto: El Norte de Castilla
En ocasiones, en el fútbol base, hay quien olvida que el principal componente a tener en cuenta es el formativo. Detrás de los gritos de algunos se oculta que muchas veces se dirigen a niños, que la frustración que aflora poco o nada tiene que ver con la felicidad de los pequeños.
Aunque por suerte el fútbol está viviendo la desaparición del viejo técnico autoritario, que se podría asimilar con el dicho del profesor de que ‘la letra con sangre entra’, aún hay quien se olvida de la risa y del aprendizaje. No es el caso de Carlos Sebastián y Diego Puerto, quienes dirigen al Betis y al Laguna de edad benjamín. Sus equipos estarán en Íscar Cup de 2016 representando a Valladolid junto al club anfitrión. Si bien les hace ilusión, Carlos da con la clave: «Lo que importa es que para los niños es una vivencia y premio. Lo importante es que ellos sonrían».
¿Sienten los niños la ‘tensión’ en un partido como este?
Carlos: Estaban deseando jugar. Un partido así es bonito jugarlo, y más cuando algunos niños del Laguna habían jugado aquí. Pero al final son eso, niños, y tienen que disfrutar. Eso les dije durante toda la semana.
Diego: Varios tenían enfrente a excompañeros, y por eso era quizá más especial, pero han estado igual que siempre.
¿Cuál es la baza que juega en una categoría así la competición?
Carlos: Nosotros nos regimos por la Federación, que lo que te exige es competir. A todos nos gusta ganar, pero tampoco hay que hacer de la derrota un drama, porque lo que los niños tienen que hacer es jugar y divertirse.
Diego: La competición es parte de la formación. Lo que nunca se debe hacer es sacrificar la competición a cambio de competir.
La respuesta puede ser obvia pero, ¿por qué la formación tiene que ser prioritaria?
Carlos: Es importante quitar al error la importancia del resultado. Unas veces se gana, otras se pierde. Es más importante que la sepan tocar con las dos piernas, que sean capaces de jugar sin balón… y sobre todo, que se diviertan.
Diego: En el fútbol base es lo que se busca, la evolución individual y colectiva. Yo insisto mucho en que tienen que ser humildes. Y a veces paramos los entrenamientos para que sepan qué es lo están haciendo y qué es lo que tienen que hacer.
¿Cuál es la ‘propuesta’ con la que intentáis que vuestros niños aprendan y disfruten?
Carlos: Creo que para divertirse, los niños tienen que intentar salir con el balón jugado. Siempre les digo que el balón corre más que ellos, y que para ver pelotazos voy al recreo del cole. El fútbol hay que tratarlo bien. Yo lo que busco son sonrisas, lo que quiero es que se diviertan.
Diego: Lo más importante es que sepan que por encima de todo está el bloque; convencerles en cada uno de los ejercicios que es el equipo el que gana. Es importante que sepan colocarse y jugar sin balón. Nuestra fortaleza es aprovechar la velocidad por bandas y ser fuertes en medio.
«La Champions de los niños»
¿Qué supone para vuestros pequeños jugar un torneo como la Íscar Cup?
Carlos: Es una experiencia, como les digo yo, para contar a los nietos cuando sean mayores. Es la guinda del pastel en un año muy bueno, en el que van a vivir cosas bonitas. La Íscar Cup es un premio, ellos están felices; es lo que hay que buscar. Para los padres también es una ilusión. Como la Champions de los niños.
Diego: Para los niños es un máster en todos los sentidos. La ilusión del equipo, desde septiembre, ha hecho que todos crezcan. La convivencia con los demás equipos será bonita, el ambiente de fútbol, el competir contra equipos de tanto nivel…

Foto: El Norte de Castilla
¿Qué aprende un niño en torneos como este?
Carlos: Nosotros también vamos a Carranque o a Toledo. Al principio alguno sufría o echaba de menos, pero una vez que se duermen… La experiencia es buenísima. Nosotros ya estamos acostumbrados [risas].
Diego: Es situación bonita; diferente, a la que no están acostumbrados. El año pasado estuvimos en un torneo en Castellón; en convivencia, como una concentración, y para los niños fue una experiencia de madurez en lo personal.
¿Y para el club?
Carlos: No dejamos de ser un club humilde. La directiva también está muy contenta, como nosotros, y sé que si viniera el Betis de Andalucía haría mucha ilusión que hiciéramos una foto todos juntos. Hay que ser conscientes de que el nivel es alto en estos torneos, pero no vamos a renunciar a nuestro fútbol de toque.
Diego: Una ilusión tremenda. Para nosotros, los entrenadores, también lo es. Lo afrontamos así, con ilusión y con total humildad, sabiendo que va a haber equipos muy fuertes, pero sin miedo a nadie.