La permanencia del Ascensores Zener en División de Honor y el ascenso del Villa de Simancas a Liga Nacional fueron las notas más positivas de un 2015 en el que los simanquinos bajaron a Regional Preferente y el Betis a Regional Juvenil

No se puede decir que el año que se va ha sido malo para el fútbol base de Valladolid. Es cierto, hubo algún que otro sinsabor, pero las tristezas fueron contrarrestadas con varias alegrías en las categorías más representativas.
Comenzando por la Segunda División femenina, cabe recordar que el CD Parquesol consiguió la permanencia un año más, lo cual es siempre positivo. Durante mucho tiempo, primero por su liderato y después, incluso terminada la Regional Femenina, por diferentes razones ‘administrativas’, pareció que el San Pío X podía ser también club de plata. Finalmente no fue así. Para ambos equipos, 2015 acaba con el objetivo encaminado: las naranjas están fuera de descenso y las rojiblancas en ascenso.
El Real Valladolid Promesas, que milita en Segunda B, cuenta con un apartado propio en este repaso del año, por lo que aquí será obviado.
Lo mismo haremos con el Atlético Tordesillas, que mantuvo la categoría en Tercera División. No así el Villa de Simancas, que pagó la novatada y descendió en una temporada de más aprendizaje que de disfrute, ya que por más que se hable de esto último, nadie disfruta cuando pierde tanto como perdieron ellos. Sí, ese año es histórico. Y sí, se rememorará. Pero con el recuerdo aún reciente, lo que queda es afán de revancha, el que hoy los de Diego Macón muestran en su intento por recuperar la categoría perdida.
Obviando el resto de escalones aficionados, bajemos uno más, hacia el último escalafón formativo y primero tenido en cuenta en este portal a efectos de información puntual. El División de Honor del Real Valladolid terminó el curso pasado defraudando, deshecho por diferentes decisiones y modos de actuar de distintos implicados que no hicieron ningún bien a una generación hoy presente en el Promesas, pero que demostró en su último año haberse estancado.
Y la segunda mitad del año no fue mucho mejor. Después de titubear para aceptar el cargo de entrenador, y tras la falta de acuerdo para que cogiera el filial, Juan Carlos Pereira dimitió, y su marcha provocó la vuelta a los banquillos de Paco de la Fuente, más convulsa en un inicio de lo que luego han venido demostrando los resultados. Con él, continuará la transición prevista por la dirección deportiva.
Si hay un segundo equipo en la ciudad en esta División de Honor es, en gran medida, gracias al buen hacer de Jonathan Prado. Consiguió salvar a una UD Sur heroica, en el último partido. Con un esfuerzo compartido por unos cuantos –quizá menos de los que debían–, el Ascensores Zener mantuvo el tipo, algo que lucha por seguir haciendo, ahora con Mario Prieto al mando.

Foto: Sergio Sanz
No es sencillo aguantar como lo hizo y lo hace el club encarnado, pero sería bueno para el fútbol vallisoletano que siguiera haciéndolo. De conseguirlo, sería un nuevo hito en la carrera del entrenador zamorano, el de la confirmación definitiva, después de lo ya logrado en Liga Nacional la temporada pasada. A las órdenes del CD Parquesol, un recién ascendido, Mario terminó en la sexta posición, como el mejor de los conjuntos de la provincia.
Por debajo, el Real Valladolid B del ya citado Paco de la Fuente; un Juvenil B blanquivioleta que está más acostumbrado en los últimos años a decepcionar que a sorprender gratamente. Y con ellos, el Arces, salvándose otra vez bajo las órdenes de David Valbuena, hoy en el aficionado celeste, y el Betis, descendido, en un nuevo receso verdiblanco.
El Villa de Simancas cogió su sitio, en su segundo ascenso consecutivo. Trabajó, y trabajó, y trabajó… y sigue trabajando. Soñó que podía y pudo, y por delante tiene el más difícil todavía: volver a poder. Aunque antes, todo hay que decirlo, deberá volver a soñar. Tendrá que creérselo si quiere que ese trabajo no sea baldío. No será fácil, por cómo termina 2015, y en previsión de una lucha fraticida contra el Arces y el Parquesol.
Si hubiera que ampliar el resumen, en lo negativo, se podría hablar de los descensos del Universidad de Valladolid, de la Gimnástica Medinense y del Arroyo Pisuerga –este motu proprio– en la Regional Aficionado. En contraposición, entre lo más positivo se encuentran los ascensos del CD Arces a la Regional Cadete y el de la UD Sur a la Regional Infantil, así como la consecución, por segundo año consecutivo, de Los Gatos de Íscar del Campeonato de Castilla y León en categoría benjamín.
El repaso, sobra decir, no es a la temporada, sino al año natural. El 2015 ha terminado bien para el Victoria, que si terminara la competición hoy lograría el ascenso a Liga Nacional, pero peor para otros como los citados Sur DH y Parquesol, Arces o Simancas de Liga Nacional, que la perderían. Con todo, podemos hablar de un año con sombras, pero también con luces. Que ojalá sigan encendidas y aumenten en 2016.