La vuelta de Dali fue la noticia más positiva que dejaron las categorías inferiores del Real Valladolid en los primeros 31 días de 2017

Dalisson de Almeida Leite, Dali, no es un canterano del mes al uso. Normalmente esta nominación recae en un jugador que haya brillado especialmente durante el mes anterior, cosa que quizá no ha sido así, si bien el hecho de verle otra vez disfrutar del verde ha sido la mejor noticia de enero en lo referente a las categorías inferiores del Real Valladolid, dejando al margen la convocatoria de Miguel con la sub 18 de España.
El atacante brasileño, que llegó el verano de 2015 procedente del Textil Escudo cántabro –club convenido con la entidad blanquivioleta–, llevaba toda la campaña entrenando con sus compañeros del Juvenil B, pero su licencia federativa no había podido ser tramitada hasta ahora debido a unos problemas personales de difícil solución (aunque al fin resueltos) que, no obstante, en ningún caso hicieron dudar de su continuidad.
De hecho, la dirección deportiva, representada por Braulio, no perdía la ocasión de referirse a él como uno de los jugadores de mayor potencial de la cantera, uno que ahora podrá volver a mostrar a las órdenes de Jonathan Prado en ese juvenil de Liga Nacional.
Tras unos meses difíciles, en los que no se pudo vestir de corto en competición, redebutó el día quince en la visita a la Gimnástica Segoviana, contra quien jugó los noventa minutos, como hizo una semana después, con la diferencia de que contra el Quintanar-Palacio se reencontró con el gol, uno muy especial ante todo lo pasado. Llamado a marcar diferencias, también vio puerta ante el Pizarrales a domicilio, si bien todavía no está a un gran nivel.
Pero el solo hecho de volverle a ver sobre el verde es algo de lo que congratularse y que invita al optimismo: con su vuelta y la próxima de Rafa, el Real Valladolid B gana mucha calidad y enteros en sus opciones de terminar la temporada en las primeras posiciones.
