El Real Valladolid acumula 471 minutos sin encajar gol, más que nadie este curso en Segunda División, pero menos que otros ocho equipos desde 2010

El registro actual del Real Valladolid, sus 471 minutos sin encajar gol, va camino de hacer historia, aunque para ello se ha de hacer honor a aquellos versos de Machado: caminante, no hay camino, se hace el camino al andar.
Después de no recibir gol en San Mamés frente al Bilbao Athletic, el conjunto dirigido por Miguel Ángel Portugal superó los guarismos establecidos por el Córdoba en las primeras jornadas del campeonato liguero –397 minutos–. Asimismo, su nuevo y momentáneo tope ha entrado entre las diez mejores rachas de imbatibilidad desde 2010 en Segunda.
En estas cinco temporadas y media solo dieciocho equipos, los abajo recogidos en la tabla, han superado los 400 minutos sin ser perforada su puerta. Así, puede llamarse a esta cifra barrera importante, si bien, por razones evidentes, lo son más si cabe los 500, superados seis veces, o los 600, alcanzados solo por el Eibar en la 2013/14 y por el Celta en la 2011/12, quienes acabaron festejando un ascenso al final de dichas temporadas.
Como se puede constatar debajo, en caso de que el Real Valladolid no encaje gol el domingo ante el Numancia ascenderá a la tercera plaza, superando precisamente a su rival, que llegó a los 548 minutos sin recibir un solo tanto en la 2013/14. A priori, no será fácil, ya que son partidos en los que se registra una media alta de goles (aunque cierto es que el Pucela no encajó ni en la ida ni en la vuelta).

Historia propia

Los minutos que lleva Kepa con su puerta amurallada dan buena cuenta del buen hacer defensivo del equipo dentro de su entorno, la Segunda División, pero también suponen un registro importante dentro de la propia historia del Real Valladolid. La actual supone la tercera mejor marca y, si el Numancia tampoco perfora la portería, se convertirá en la segunda.
César Sánchez estuvo imbatido 555 minutos entre las jornada 33 de la temporada 1997/98 y la segunda de la campaña siguiente, una cifra que se superaría de no recibir gol el domingo en Zorrilla –se alcanzarían los 561 minutos–. Por encima quedarían los 572 minutos que mantuvo virgen su meta Manuel Llácer en el curso 1977/78, entre las fechas veinticuatro y veintisiete.
Así las cosas, y a pesar de las críticas recibidas por la defensa en algunos momentos de la presente campaña, los números avalan el trabajo realizado, al menos en las últimas citas ligueras, en las que Kepa, cuando la zaga ha podido conceder ocasiones, se ha erigido bastión inexpugnable en busca, queriendo o sin querer, de hacer historia, propia y ajena.
 
			