El delantero, que volvió a Zorrilla, la que fue su casa durante muchos años, inauguró el marcador con un tanto que no celebró
Quique volvía a la que fue su casa durante muchos años. En Valladolid pasó su adolescencia, por lo que la ciudad del Pisuerga está grabada a fuego en su cabeza, pero sobre todo en su corazón. El fútbol y el destino es caprichoso y no pudo demostrar su valía en Zorrilla. Tuvo que hacer las maletas para que otros clubes le dieran la oportunidad que en la entidad que le formó no encontró.
Y volvió marcando a su exequipo para dar un triunfo que finalmente fueron tablas con el tanto de Villar en el último suspiro. “Este domingo veníamos a sumar tres puntos. Ese empate es un poco cruel, pero en el fútbol hay que ser realistas y ellos han tenido ocasiones muy claras para empatar”, dijo.
El punto obliga al Almería a ganar sin falta para salir de la zona roja de Segunda División. “Hay que seguir. La manera de salir de abajo es ser positivos, estar unidos y trabajo más trabajo más trabajo y estoy convencido de que lo vamos a conseguir”, remarcó el punta.
Dos puntos que vuelan para los de Gorosito y que supone un golpe donde más duele, aunque Quique quiere quitarle hierro al asunto. “Si fuera la primera vez, podría tener más efecto negativo, pero tristemente nos ha pasado muchas veces y se encaja de una mejor manera, aunque nos duele. Insisto, en el fútbol hay que ser realistas y ver lo que hemos hecho. Tenemos que ganar al Alcorcón en casa para salir de ahí”, comentó el vallisoletano.
A pesar de marcar y tener la victoria en la mano hasta el último minuto, Quique es realista y sabe que el reparto de puntos hace justicia a lo visto sobre el verde. “El Valladolid lleva una temporada irregular y pienso que ha habido momentos para los dos equipos. El empate ha sido justo y la gente se ha impacientado un poco porque quiere ver al Valladolid arriba y ganando”, apuntó.
Quique fue uno de los jugadores sustituidos y Zorrilla le despidió con una ovación. “Quiero agradecer a la gente que me ha aplaudido. Yo me debo al Almería y tengo que hacer goles y trabajar para ellos. Les deseo suerte porque he estado muchos años y el corazón… qué te voy a decir… el fútbol no se termina y te da estos momentos en los que puede volver”, dijo, hablando desde las entrañas, que todavía son blanquivioletas, como se vio en la emoción que le embargó mientras atendía a los medios de comunicación después del encuentro.