Las dos últimas victorias del conjunto madrileño han llegado en el torneo del KO ante los blanquivioletas, rompiendo su racha de cuatro derrotas seguidas
El Real Valladolid dijo adiós a la Copa del Rey y lo hizo ante un verdugo que le ha cogido el gusto a ganarle: el Leganés. Los blanquivioletas han sido protagonistas absolutos de las dos últimas victorias del conjunto pepinero, logradas ambas en el torneo del KO.
Los de Asier Garitano tenían ganas de revancha tras perder ante el Pucela en el amistoso de pretemporada en Rioseco. Ya en la ida de dieciseisavos, los madrileños se impusieron por un gol a dos en el estadio José Zorrilla, dejando bastante encarrilada una eliminatoria que se encargaron de sentenciar en Municipal de Butarque.
Lo cierto es que esa victoria en tierras pucelanas no le sentó nada bien al Leganés, que vio cómo su progresión en liga pegaba un frenazo brusco. Hasta ahí, los pepineros habían cuajado un inicio de competición reseñable, en el que sumaban diecisiete puntos de los 27 disputados, permitiéndoles ocupar una cómoda séptima posición.
Pudo ser el frío o el exceso de confianza, pero el lingotazo que el conjunto de Garitano le pegó a la Copa en Valladolid le pasó factura en liga. Hasta este martes encadenaban cuatro derrotas en la competición regular, cayendo cuatro puestos en la tabla. Pero ahí está el Pucela para volver a sacarle la sonrisa y, quién sabe, quizás reconducirle a la senda del éxito. Momentáneamente, ya lo ha hecho, pues los madrileños se han clasificado para octavos por segunda vez en su historia.
Pero la ‘debilidad’ del Leganés con el Real Valladolid no se reduce solo a esta cita. Continúa también el mal fario de los blanquivioletas con Butarque, estadio en el que han caído sin conseguir marcar en sus tres últimas visitas: 1-0 en la temporada 2014/15, 4-0 en la 2015/16 y 1-0 en la 2017/18, esta última, en el torneo del KO.