El Real Valladolid se adjudicó el Villa del Tratado, tras imponerse al CD Lugo gracias a un solitario gol de Iban Salvador
Foto: Rosa M. Martín
Si hay algo que está destacando en la pretemporada del Real Valladolid son las victorias. Pero aquí no hay puntos, por lo que hay que ir un poco más allá: al juego. Y en esto sigue mejorando. Prueba de ello es el choque frente al CD Lugo, en el que Paco Herrera continuó probando cosas y el equipo asimiló todo lo que pudo.
La evolución está presente. La idea que quiere transmitir el entrenador sigue cuajando en unos jugadores que cada vez se conocen más y eso sobre el césped se nota. Pese a que todavía falta, los centrocampistas –sobre todo– van entendiéndose con los delanteros. Fruto de ello fueron las ocasiones que dispuso el conjunto blanquivioleta, aunque al final el gol llegó en una acción individual de Iban Salvador.
Álex López, Joan Jordán y Sergio Marcos tienen mucha clase, no cabe duda. Pero quizá les falte una referencia mayor en el área. De momento se conforman con Iban y Mata, que se mostraron muy activos sobre el terreno de juego. El ataque del Pucela se impuso a la defensa de cinco –con tres centrales– que propuso el técnico del Lugo.
Guitián actuó como escudero de los medios, que camparon a sus anchas por Las Salinas. Aunque es verdad que a la hora de defender, pese a los intentos de sacrificio para recuperar terreno hacia atrás, el central que hizo de pivote se vio superado en algunos momentos.
Y es que, pese a ser un encuentro amistoso, ambos se lo tomaron muy en serio. Las oportunidades no tardaron en llegar, pero nadie se mostró acertado en los primeros intentos. No faltó ni garra, ni intensidad en el inicio; solo la efectividad en los últimos metros. Los dos se rondaron para meter miedo, pero los porteros tampoco tuvieron que intervenir demasiado.
El Real Valladolid sufrió mucho con los centros laterales, algo que debe mejorar si no quiere llevarse sustos durante la temporada. Mientras, en ataque, Mata no mató. El ariete fue sustituido en el descanso, José ocupó su lugar e hizo más daño con espacios por delante. Porque el conjunto blanquivioleta se encontró con el gol nada más regresar del descanso y eso provocó que el Lugo adelantara un poco la defensa.
Óscar González ya no está, pero Iban Salvador ha comenzado a opositar para ser el nuevo mago. En esta ocasión, el menudo jugador cogió el balón cerca de la frontal, buscó el hueco, cargó la pierna y sacó un duro disparo cruzado ante el que Roberto no pudo hacer nada. Así, como si fuera algo sencillo. Una vez, vale; dos, puede; pero tres ya no es casualidad. El catalán ha marcado por tercera vez consecutiva, aunque las sensaciones positivas que deja van más allá de los goles.
Color blanquivioleta
Foto: Rosa M. Martín
Los minutos pasaron y el Pucela trató de seguir imponiendo su ley, la de hacerse amigo del balón. Herrera continuó probando cosas, como colocar a Luismi de central para intentar ganar en la salida desde atrás, donde no sufrió a la hora de defender en la segunda mitad.
Mientras, los de arriba quisieron seguir haciendo diabluras. Renzo Zambrano volvió a dejar buen sabor de boca; incluso, tuvo un par de ocasiones. José y Anuar también rozaron el gol, pero el marcador no se movió más, también debido a las intervenciones de Roberto. Y es que el tramo final destacó por esas oportunidades y la desesperación lucense que pagaron las piernas de un Iban Salvador con mucho fútbol en sus botas. El goleador provocó varias tarjetas, tras recibir duras entradas. Pero él también la vio, al revolverse por todo lo que recibió; punto que debe mejorar.
Ese detalle, aunque parezca raro, es un punto a favor de los blanquivioletas, que por primera vez se enfrentaron a otro equipo de Segunda. Con el Lugo se verá las caras en la Liga 1, 2, 3 y, de momento, la victoria, que sirvió para que el Pucela se adjudicara el Villa del Tratado, da más moral a los de Paco Herrera.
Así las cosas, el Real Valladolid sumó el sexto triunfo en su preparación, donde solo ha perdido una vez —ante el Celta de Vigo–. Este sigue carburando a falta de dos semanas para el debut liguero. Pero todavía quedan pruebas por delante, en las que el técnico tratará de pulir los detalles para llegar al domingo 21 de agosto con la mejor cara posible.