El técnico del Real Valladolid afrontó una de las comparecencias más difíciles desde su llegada después de la quinta derrota consecutiva del equipo
Cada rueda de prensa se hace un poquito más difícil que la anterior. No puede ser de otra forma cuando, jornada tras jornada y ya van cinco, Paco Herrera sale a dar explicaciones después de una derrota de los suyos, a cada cual, más dolorosa. Esta semana, en la sala de prensa del Ciudat de Valencia. Allí, el técnico blanquivioleta intentó explicar qué sucedió durante el encuentro.
“Hemos empezado bien, hemos hecho veinte minutos muy buenos, con un gol, y a partir de ahí nos hemos asustado, la pelota nos quemaba y nos hemos ido para atrás. Cuando ellos se han puesto por delante, otra vez hemos empezado a jugar bien. Esto es muy difícil de manejar”, analizó.
Poco después, desveló uno de las carencias que, a su juicio, este equipo no tiene. “Creo que nos falta alma para que los partidos no se nos vayan. Al final se trata de competir. Nos falta carácter, todas esas cosas que van sumando”, subrayó.
Eso puede derivar en jugadas como la que provocó el tanto que supuso la remontada del Levante, que acabó redondeándose con un penalti. “De un saque de banda nos han hecho un gol. ¿Es algo entrenable? Pues a lo mejor. Yo no me pongo a entrenar un saque de banda en el que te meten un balón al área pequeña y nadie salte. Lo del penalti es una consecuencia más de este tipo de cosas. No tengo muchas explicaciones y soluciones para eso”, afirmó un triste Herrera.
El técnico blanquivioleta destacó que los suyos hicieron viente minutos buenos en la primera parte y quince en la segunda, donde “querían atacar, que daban sentido a lo que se había ensayado”. Luego, pasó todo lo contrario y Herrera prefiere no decir lo que opina de esos momentos. “Si tengo opinión de eso, me la reservo, porque a lo mejor diría alguna barbaridad que no corresponde”, respondió.
Sobre todo, quiere dejar de excusar las derrotas en la juventud del equipo, porque eso no está reñido con tener alma. “Se puede ser joven y atrevido. Eso ya no es una excusa. El juicio del partido es el que hay que asumir. Hemos estado frescos con la pelota en unos momentos y espeso en otros, cuando la teníamos que tener”, lamentó.
Respecto a la situación del equipo en la tabla, Herrera se puso más serio, ya que en ningún momento ha hablado desde que está aquí de ascenso. “No estaba llamado a estar arriba, con dieciocho jugadores nuevos, cada uno de su padre y de su madre y todos jovencitos. Es un proyecto que no sabemos qué va a pasar, el tercero más barato, pero no está llamado a eso. Sí por nombre, que se lo merece, pero se trata de formar un equipo que fuera lo suficientemente competitivo para empezar a hacer algo nuevo”, argumentó con un discurso que invita a olvidarse de subir a Primera.
Y, como la semana pasada, fue preguntado por si ve correr peligro su puesto. “Puede ser, es fútbol”, afirmó. “Si tiene que pasar, a mí me va a pillar trabajando, tratando de que seamos un equipo más sólido, más solvente”, continuó. Porque Herrera tiene claro que tiene que seguir buscando “todas la armas que pueda” para que su equipo “compita de otra manera”.