El entrenador naranja no elude la responsabilidad, pese a lo arduo de la tarea, y se muestra ambicioso en #HacemosCantera con el objetivo para esta temporada

El año pasado fue muy malo para el fútbol juvenil de Valladolid, con los descensos de la UD Sur a la Liga Nacional y de Villa de Simancas, CD Arces y CD Parquesol a la Regional Juvenil. Después del varapalo que supuso perder la categoría, Álvaro Calvo dejó su sitio a Manu Olivas en el banquillo naranja con un objetivo más que claro marcado desde el club: «Devolver al equipo a Liga Nacional».
Después de tres jornadas, los parquesolinos tienen siete puntos y son terceros, a dos puntos del Santa Marta B y del Zamora, colíderes. No ha sido malo el arranque a nivel de resultados, aunque el técnico, inconformista y siempre perfeccionista, reconoce que «los dos primeros días costó un poco».
Eso dijo en #HacemosCantera, por donde pasó para valorar el inicio de sus pupilos. «Las sensaciones al final de pretemporada no fueron tan buenas como al inicio», debido en parte a la falta de efectivos por cuestiones de diversa índole relacionados con los estudios.
Pesaba también lo anímico, ya que «parte del trabajo pasaba por recuperar psicológicamente a aquellos chicos que vienen de descender de Liga Nacional o de Regional Juvenil». Superado el trago de la adaptación, al menos en apariencia, en la tercera fecha llegó el triunfo en «el campo más complicado» de la categoría, el del Atlético Bembibre.
Esta victoria «da moral para creer» en la idea propuesta. Que pasa, efectivamente, por buscar el ascenso, algo que Olivas no oculta, más bien al contrario. «Lo comenté el primer día en el vestuario, aunque no lo repito porque no me gustaría que se convirtiera en una obsesión. Yo he venido aquí para trabajar en devolver al Parquesol a Liga Nacional. Es el objetivo impuesto desde el club y para ello trabajamos», afirma con rotundidad.
Apunta como rivales por esta ardua tarea a Zamora y Santa Marta, que ya están arriba, pero también a otros como el Atlético Bembibre, el Veguellina o el Arces, a quien ve más hecho de los equipos de la provincia, pese al optimismo que desprende al hablar de los demás o en los equipos que militan hoy en esa ansiada Liga Nacional, la UD Sur, el Victoria y el Real Valladolid de su buen amigo Jonathan Prado.
En su caso, expone, no ha sido difícil confeccionar la plantilla, porque los propios jugadores se han «autoconvencido» de su presencia, ya que «muchos de ellos llevan tiempo en el Parquesol». Y, aunque suene a tópico, recuerda que el máximo exponente de su plantel es «el grupo humano por encima de todo». «Hay unión. En los viajes lo ves, cuando acaban los partidos… Eso ayuda», agrega.
A pesar de los cantos de sirena, que seguramente los haya habido, sus futbolistas se han quedado a sabiendas de que este año pueden pelear «por otra cosa más bonita» que el objetivo del año pasado en una categoría que el técnico parquesolino conoce de su experiencia formando parte del cuerpo técnico de Rubén Geslín, con quien el juvenil del José Luis Saso ascendió a Liga Nacional.
En opinión de Manu Olivas, esta Juvenil Regional «ha podido perder un poco de nivel», aunque no cree que sea el caso de la actual competición, en la que hay varios equipos de gran nivel. El naranja tiene en el horizonte afianzar cuanto enseñó ante el Bembibre para continuar su camino hacia el objetivo final. Deberá, para ello, seguir mejorando en cuestiones como el balón parado y la puntería de cara a puerta. Por mimbres, y por entrenador, desde luego no será.
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