Puntuaciones del Nàstic de Tarragona – Real Valladolid

Foto: LFP
Becerra: 1. Un grave error suyo pudo costar el empate en los instantes finales. Anteriormente no tuvo mucho trabajo, pero, nuevamente, tampoco se mostró demasiado seguro, principalmente en los balones por alto, que parecen ser su asignatura pendiente este curso. ¿Pudo hacer algo más en el gol de Uche?
Moyano: 4. Defensivamente rayó a un nivel altísimo, y eso que por su lado trataba de profundizar Lobato, una amenaza aparente que luego no fue tal gracias a su buen hacer. Cada vez que se incorporó en ataque lo hizo con criterio. Prueba de ello fue la asistencia a José en el uno a dos.
Guitián: 3. Muy bien en la salida de balón, nuevamente. Como en anteriores veces, incluso se animó alguna vez a pisar terreno de juego rival en conducción cuando la línea de medios no encontraba vías de pase. Defensivamente estuvo bien, con un corte de bastante mérito justo antes de ser sustituido. Cuando fue cambiado más de uno pensó que le estaban pesando en las piernas los tres partidos en una semana. Nada más lejos: aclaró Paco Herrera después que fue una torcedura.
Álex Pérez: 3. Suple con anticipación y personalidad los problemas que puede tener de cintura y velocidad. No desentona y se está asentando en la posición de central, en la que partía como cuarto elemento.
Balbi: 4. Había quien decía que no subía ni las escaleras, y es cierto que a veces le cuesta pisar campo rival, pero normalmente, cuando lo hace, es con tino, como su alter ego en el otro costado. Evitó el tanto del empate en el minuto noventa, en una acción que fue el culmen de su buen partido.
André Leão: 3. Recuperó un buen número de balones. A veces no luce porque su posición ayuda poco y porque no es un especialista defensivo. Otras, por culpa de lo anterior o no, porque no está fino. En esta ocasión no lo estuvo en la fase creativa, aunque tampoco erró demasiadas veces o con demasiada gravedad en la salida.
Jordán: 5. Dio un clínic. Durante los primeros sesenta minutos se mostró como un centrocampista dominador, de otra categoría. Al nivel que expuso en el Nou Estadi, es uno de los mejores mediocentros de toda la Segunda División. No solo equilibra en la franja ancha, es que además pisa campo rival y genera peligro con sus disparos exteriores.
Álex López: 2. Muestra a cuentagotas su calidad a borbotones. Aunque ya se encuentra más libertado de labores defensivas, sigue sin brillar como podría. No obstante, a veces deja retazos de todo lo que es y puede ser, como su participación en el segundo gol, clave.
Míchel: 3. Es el ‘mentiroso’ del equipo. No se le ve mucho, participa de una forma intermitente e irregular, pero tiene mucha clase. Se asomó varias veces en el balcón del área, con más timidez de la debida, pero con la capacidad suficiente como para generar cierto peligro.
José: 4. Pelea a esgalla, que diría un gallego. Pero es que además es muy bueno. Con espacios, principalmente, en conducción o con sus continuas pugnas con los defensas, pero además está siendo letal. Lleva tres goles en dos partidos de liga, cuatro en competición y nueve puntos ofrecidos a la afición, que ya le adora, a través de esos tantos.
Villar: 3. Se enredó demasiado en el inicio con Mossa. Cierto que este pudo ver amarilla en el empujón que le da en la primera mitad, pero no menos lo es que su caída fue con un poco de teatrillo. Dejando esas cositas a un lado, poco a poco parece ir encontrándose. Y consiguió algo importante, marcar su primer gol, que ojalá le libere para seguir viendo puerta.
Lichnovsky: 3. No desentonó; siguió con el buen hacer de la defensa previo a su entrada. Se incorporó en las acciones a balón parado y en una de ellas cruzó un balón, después de un centro pasado, que no encontró rematador, pero sí tenía mucha mala intención.
Luismi: 2. Entró para aportar músculo y dio más fortaleza que criterio en el tramo final. No estuvo mal, aunque debe mejorar con el esférico si quiere hacerse con el peto de titular en algún momento.
Raúl de Tomás: 3. Siempre genera algo. Su potencia física le permite aguantar bien el balón de espaldas, sin ser exactamente ‘eso’, y su técnica hace que sea un recurso válido al contragolpe o en el área, donde golpea con cualquiera de las dos piernas. Lo intentó, aunque sus oportunidades no fueron tan claras como otras veces. Sigue haciéndose acreedor de los minutos que tiene.