El Real Valladolid Promesas se repone al gol inicial del CD Izarra y vence con todo merecimiento gracias a los tantos del ‘Dúo Sacapuntos’
El Real Valladolid Promesas consiguió ante el CD Izarra una victoria de mucho mérito en el reencuentro de muchos de sus futbolistas con Borja Jiménez, su exentrenador y actualmente técnico del conjunto navarro. Tuvo mérito porque tuvo que remontar y trabajar mucho para hacerlo, toda vez que los visitantes se adelantaron bien pronto, a los seis minutos, y se dedicaron a defender hasta el dos a uno.
En choque fue uno de esos de los que se atascan desde el inicio, pero el filial tuvo la fortaleza mental necesaria para reponerse a todo y quedarse con los tres puntos. Y eso que, transcurridos solamente seis minutos, Dani Hernández cometió un error en la entrega que dejó el balón franco para que Maestresalas marcara el cero a uno para el Izarra. Y aunque el gol trajo ciertas dudas, los blanquivioletas se fueron serenando poco a poco y se adueñaron del esférico. Sin embargo, el tanto resultó ser argumento suficiente para que el conjunto navarro, mermado por las bajas, se pertrechara en su campo.
Merced a ese bloque bajo, los visitantes cedieron terreno y el cuerpo, que en todo momento fue de los locales. El dominio era bastante claro por parte del Real Valladolid B, pero las ocasiones no llegaban gracias a la buena disposición táctica del equipo de Borja Jiménez. No obstante, los de Rubén Albés no se impacientaron; el plan era descoser la telaraña rival y en eso trabajaron. A falta de poder correr a gusto, tocaba amasar el cuero hasta encontrar un resquicio.
Y entonces, sobrepasada la media hora, apareció Anuar. El ceutí, que cuajó una actuación de mediocentro dominador de la categoría, fue el que inició la jugada del gol. Condujo en tres cuartos, atrajo para sí a un rival, tocó la bola y, con el dinamismo que le caracteriza, apareció en el área. Su disparo, casi a quemarropa, lo repelió Aitor Navarro, y el rechazo fue a parar al segundo palo, donde remachó Mayoral.
Aunque no había habido muchas oportunidades, la sensación reinante al descanso era de que el resultado era injusto para con los vallisoletanos, que habían visto perforada su meta en una acción aislada, aunque grave, y, por contra, habían necesitado mucho para que su apuesta se plasmara en gol. Con tanto por delante, empero, no había inquietud; quedaba tiempo para ganar.
Si durante el primer periodo el cuadro estellés había conseguido embarrar o atascar al local, en el segundo simplemente se convirtió en frontón. Se hundió tanto el equipo navarro para defender, y fue tal el avance del pucelano, que no era raro ver a nueve de sus hombres pisar terreno rival, quedándose en el propio Calero como coche escoba. Y, por momentos, cada vez más, el Izarra no dejó ni siquiera a Maestresalas como islote arriba por si podía salir en algún contragolpe.
Como cada vez el Promesas se sentía más cómodo, el rival trató de evitar que así fuera deteniendo el partido cada vez más. Así, en el minuto 63 hubo una tángana que no pasó a mayores. Dos minutos después, Dani Vega cayó en el área fruto de una infracción de Josetxo y el colegiado señaló el punto fatídico. Higinio tiró el penalti abajo y Aitor Navarro lo rechazó con los pies, en otra de esas señales que en ocasiones lanza el fútbol para decir que no.
Pero si algo caracteriza al Promesas es la resiliencia a la que su técnico muchas veces hace referencia como condición sin la cual sus futbolistas no crecerán hasta asentarse en el profesionalismo. Dicen que la fe mueve montañas, y si consigue tanto, ¿qué no hará con un muro? Si bien no siempre basta con querer para poder, el filial nunca se dio por vencido y acabó encontrando el premio.
La entrada de Santi Samanes activó el ataque por el lado izquierdo, desde el cual llegó algún servicio más o menos peligroso, como uno de Royo que no pudo rematar Iván Martín a la jaula. Y entonces volvió a decidir el ‘Dúo Sacapuntos’, con un centro de Mayoral que Higinio introdujo en la puerta del Izarra con la puntera para hacer el dos a uno. En los cinco minutos finales, los navarros se volcaron y exigieron a la zaga a hacer un gran esfuerzo, que tuvo la recompensa con el silbatazo final.
De esta manera, los goles de Mayoral e Higinio sirvieron para sumar tres puntos más y llevar la cosecha que han conseguido de forma directa hasta los nueve (doce si se tiene en cuenta que ambos marcaron al Burgos). No obstante, sería injusto con los demás personalizar y no destacar el sacrificio y buen hacer general, clave para la obtención de trece de las últimas quince unidades.
Con este triunfo, el Real Valladolid Promesas ya es sexto, con veintidós puntos, y lo que es más importante: ya tiene media salvación en el bolsillo cuando apenas han transcurrido catorce jornada. En la decimoquinta, que tendrá ocasión la próxima semana, se enfrentará a otro filial, el de Osasuna, de nuevo en casa y de nuevo el domingo a partir de las 12:00 horas.
Real Valladolid Promesas: Dani Hernández; Arroyo, Mario Robles, Calero, Royo; Mayoral (Miguel Marí, min. 86), Anuar, Rai, Dani Vega (Samanes, min. 74); Higinio e Iván Martín.
CD Izarra: Aitor Navarro; Eneko, Cabrera, Josetxo, Cacho; Deivid (Vilas, min. 88), Hinojosa, Yoel, Galán (Joan, min. 68); Maestresalas y Julen (Isaac Manjón, min. 55).
Árbitro: Fernández Rodríguez, del C.T. Gallego, expulsó al navarro Cacho, por doble amarilla, en el minuto 92, y al entrenador visitante, Borja Jiménez, en el minuto 93, por protestar. Además, amonestó a los locales Rai y Mayoral y a los visitantes Cabrera, Josetxo, Deivid y Galán.
Goles: 0-1, min. 6: Maestresalas. 1-1, min. 35: Mayoral. 2-1, min. 85: Higinio.
Incidencias: Unos 400 espectadores presenciaron en Los Anexos, en el partido correspondiente a la jornada decimocuarta en el Grupo I de Segunda B.
