Análisis del próximo rival del Real Valladolid

No es cuestión de volver a la senda del triunfo, que también. No es cuestión de volver a los puestos altos de la tabla, que también. Se trata de recuperar la confianza en uno mismo, y de que los aficionados vuelvan a creer. Dos derrotas consecutivas son una dosis demasiado alta para una grada que se niega a perder la fe, que todavía no quiere arrojar la toalla.
No queda otra opción para el Pucela que ganar este sábado al Almería si realmente aspira a regresar a la zona noble. ¿Qué mejor oportunidad que frente a un equipo dudoso fuera de casa y que no termina de coger el ritmo cuando coge el autobús? Puede que ambos conjuntos crucen rachas, pero a la hora de que el balón empiece a rodar sobre el césped eso ya no importa.
Negado como visitante
Otro punto que indica que es difícil, al menos sobre el papel, que los andaluces puntúen en Zorrilla es el que indica que estos acumulan cero victorias en su casillero de triunfos lejos de su estadio. Tal cual. El Almería es uno de esos seis equipos de Segunda División que todavía no ha conseguido llevarse los tres puntos cuando ejerce como visitante, dos empates y cinco derrotas mediante.
En todo caso, diecisiete puntos contemplan a los rojiblancos. Lógicamente los quince restantes cosechados ante su afición en estas quince primeras jornadas de Liga. Mucho camino por recorrer para auparse en la clasificación, teniendo en cuenta que un decimosexto puesto está bastante más cerca del descenso que del ascenso.
Lejos quedan aquellos tiempos en los que los de Jonathan Soriano, hasta hace bien poco en el campo en vez de en la banda junto al banquillo dando instrucciones, militaban en Primera. De hecho bien cerca estuvieron el año pasado de caer al infierno de la Segunda B, cuando solo un milagro permitió que el equipo se salvara en la última jornada.
Ahora la situación es otra. En el Estadio de los Juegos Mediterráneos se suspira con el regreso a la Liga de las estrellas, que por ahora está bastante lejos. Tras un comienzo más bien irregular, en el que solo se ha cumplido como local, la situación ha comenzado a remontar en resultados y en juego, aunque de manera más lenta que constante. Poco a poco.
Fútbol de verdad

Precisamente la semana pasada, en la última victoria frente al Elche (2-1), fue de las pocas en las que se ha podido ver un espectáculo entretenido por parte de los rojiblancos. Juego de combinación, desbordes, cambios de juego… en definitiva, fútbol de verdad.
Por fin la afición ha comenzado a recuperar la fe, esa tan fundamental para disfrutar del equipo y para poder creer en cosas grandes. No es demasiado, pero por algo se empieza.
Mucho ha tenido que ver, por cierto, el regreso de algunos jugadores relevantes del pasado almeriense como Trujillo o Corona de la mano de Jonathan Soriano, con una defensa contundente como la formada por Morcillo, Nano y Ximo Navarro. Un conjunto que poco a poco ha conseguido irse compactando.
Y por supuesto falta la perla, la guinda del pastel. Un tal Quique González, bien conocido por la afición blanquivioleta, y que con una buena racha de siete goles en estos quince primeros partidos de Liga ya se ha convertido en el clavo ardiendo al que se agarra el Almería. Por cierto que con dieciocho goles a favor y veinte en contra los andaluces van mejorando números con el paso de los partidos.
Así las cosas, a los blanquivioletas solo les queda tratar de rebajar los humos de un Almería que llega crecido tras la victoria de la última jornada, pero que a fin de cuentas tiene las dudas de rebajar pretensiones como visitante. Más, en el próximo capítulo.
Curiosidad del rival de esta jornada: De poco sirve la historia y la estadística cuando el balón se pone a rodar, pero lo cierto es que el Almería tan solo ha conseguido llevarse los tres puntos de Zorrilla una vez. Fue en la temporada 2004/05, cuando un solitario 0-1 sirvió para que los blanquivioletas hincaran la rodilla por única vez ante los almerienses.