Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Y tras un pequeño baño de realidad, si no en cuanto a juego sí por resultado, vuelta a la Liga. El Real Valladolid de altibajos necesita una victoria en el campeonato doméstico como el comer, y es que a los de Paco Herrera se les está haciendo de noche a la hora de cosechar puntos para tratar de encaramarse a la zona alta de la tabla.
Y puestos a encontrarse en una situación así, ¿qué mejor que un rival que se encuentra parejo hasta el punto de ser casi tu hermano gemelo en la competición? Un Mallorca en unas condiciones muy parecidas al Pucela espera llevarse este domingo los tres puntos en San Moix para darle una alegría más a su afición, en lo que sin duda será un duelo de poder a poder.
En todo el medio
La respuesta a por qué Valladolid y Mallorca se encuentran en una situación tan semejante es sencilla. Por el momento ninguno de los dos ha sido capaz de dar el do de pecho en competición, con continuos tropiezos, más de uno de ellos inesperado. Y es que si el primero descansa en la decimocuarta plaza de la clasificación con diecinueve puntos, el segundo lo hace tan solo un puesto más arriba con el mismo número.
Lo poco que les diferencia en este sentido son los goles, claro, detalle que aúpa a los bermellones un poco más alto. Mientras que los de un viejo conocido en Zorrilla como Fernando Vázquez acumulan dieciséis dianas, los blanquivioletas tan solo catorce en estas dieciséis jornadas de Liga. Sí, pocas, muy pocas. En tantos en contra no varía demasiado la cosa, con quince cada uno.
Hasta en sensaciones parecen darse la mano rojinegros y blanquivioletas. Si el Pucela llega tras dos derrotas y un empate a la cita, los primeros saltarán al césped con una derrota frente al Elche (1-0) la semana pasada y una igualada ante el Sevilla Atlético (2-2) la anterior. Es decir, que ambos aspiran a resarcirse en cuanto a resultados, con la diferencia de que el Mallorca cuenta con la enorme ventaja de ejercer como local para la ocasión.
Lejos queda aquella última jornada de la temporada pasada en la que los bermellones llegaban a Zorrilla jugándose la vida para no caer al infierno de Segunda B. Aquel mismo partido en el que el Pucela terminó de desencontrarse con su afición merced de un contundente 1-3 que salvó a los visitantes e hizo acabar con todavía más mal sabor de boca a los vallisoletanos. Es evidente que los dos arrastran una carga muy pesada como históricos en horas bajas, y la Segunda no es una categoría que ayude a llevar las cosas bien.
De ahí, para arriba

¿Pero cómo juega este Mallorca? ¿Qué está haciendo por el momento, más allá de que tampoco haya conseguido encaramarse con los mejores? Pues la realidad dicta que este Mallorca es un equipo de destellos, capaz de lo mejor con varios jugadores expertos en individualidades (véase Brandon o Lago Junior) o de lo peor con tropiezos sonados en forma de empate, uno de los grandes lunares que tiene sin duda este equipo.
Se trata de un conjunto intermitente, tanto en juego como en táctica, al que Fernando Vázquez todavía no ha conseguido pillarle el truco o, más bien, imprimirle su estilo. El entrenador es pródigo de la formación 4-1-4-1, a la búsqueda de un juego combinativo y que permita la movilidad absoluta de sus jugadores ofensivos. Pero lo cierto es que a este Mallorca todavía le queda mucho camino por recorrer para convertirse en un rival a temer.
Precisamente la estrella en este esquema es el mencionado Brandon, el clavo ardiendo al que agarrarse para tratar de aspirar a cosas grandes. Con ocho muescas en su revólver es un incordio constante para las defensas rivales, precisamente por llevar como estandarte una movilidad que agobia al defensor. Y ojo con Lekic, típico delantero de envergadura, al que también habrá que atar en corto.
Curiosidad del rival de esta jornada: No corren buenos tiempos para el RCD Mallorca, pero lo cierto es que los bermellones celebran en este 2016 el centenario de su fundación. En sus inicios, y en honor al rey, el club tuvo la denominación de Real Sociedad Alfonso XIII Foot-Ball Club.