El Real Valladolid B volverá a disponer de Renzo Zambrano, Santi Samanes e Higinio en su primera salida de 2017

Hay ocasiones en las que no por manido un refrán sirve para definir la realidad. El Real Valladolid Promesas es uno de los equipos que se ajustan a esta afirmación, puesto que lleva toda la temporada haciendo bueno eso de que la unión hace la fuerza. Transcurridas veinte jornadas, solo le falta subirse a La Leyenda del Pisuerga y cantar aquello de «no, no, no nos moverán» para que el Grupo I de la Segunda División B sepa que la quinta plaza es su particular barco de Chanquete.
Nada tiene que envidiar la familia del filial a la de los Corleone; más bien al contrario. Lejos de buscar cualquier subterfugio para hacer daño al de al lado –«sé que fuiste tú, Fredo; me destrozaste el corazón»–, permanece unida a pesar de todos los pesares que llegan en forma de baja, que las ha habido, y de importante calado. Es, así, junta, y creyendo en el prójimo, como se potencia y como ha alcanzado las cotas tan altas en las que hoy se encuentra.
Pero la vida sonríe a los blanquivioletas, que de los diez últimos partidos tan solo han perdido uno, contra la Cultural y Deportiva Leonesa. Por eso, recuperados tres pilares como son Renzo Zambrano, Santi Samanes e Higinio, solo cabe ser optimistas, sino en el corto plazo, llamado Boiro, sí en el medio y en el largo que vendrán más tarde, aunque estas líneas, hasta este momento difusas, sean escritas para concretar sobre esa visita a tierras gallegas.
En el Campo Municipal de Barraña cabe esperar que el once que tan buen rendimiento ofreció ante el Coruxo tenga continuidad, si acaso, contando con las posibles (y normales) vueltas de Anuar y Mayoral, todavía entre algodones la pasada semana, hecho que no fue impedimento para que dieran una exhibición –sobre todo el ceutí– y resultaran determinantes para la consecución de un nuevo triunfo.
La cautela antes mostrada guarda relación con que el Boiro es un rival irregular, pero difícil. Aunque se estrena en la categoría, cuenta con un potencial económico importante, que le permitió firmar en verano firmar a jugadores a priori por encima de lo esperado para un recién ascendido, tales como ‘Pato’ Guillén o Catú –que será baja por sanción–, que desembarcaron procedentes del Compostela, al igual que su técnico Fredi Álvarez, o como el ex del Lealtad Pedro Beda.
Prueba de ello fue que los coruñeses ganaron en el choque de la primera vuelta en Los Anexos, después de remontar un tanto inicial de Mito y cuajar una actuación meritoria que luego alternaría con otras peores y que les llevaron a estar más abajo de lo esperado por muchos por momentos. No en vano, reciben al filial ocupando la decimocuarta posición, con veintiún puntos, solo uno más que el Burgos, que está en puesto de play-out, y dos más que el descenso.
Volviendo al conjunto de Rubén Albés, sobra el generar unas expectativas altas para este o cualquier otro envite, aunque los retornos y la buena imagen ofrecida en la vuelta a la competición invitan a pensar en una competitividad ante un Boiro que viene de vencer en las dos últimas jornadas. En la balanza, en el lado opuesto al que se encuentra Renzo, Samanes e Higinio están Aitor Embela y Deve, que serán baja por lesión.
Radio Televisión de Galicia retransmitirá a través de su página web el encuentro, que se disputará este domingo a partir de las 16:30 horas en un Municipal de Barraña en el que los locales solo han sacado ocho puntos, en forma de dos victorias y dos empates, que le convierten en el segundo peor equipo en casa. Carbajales Gómez, del colegio asturiano, será el trencilla.