El entrenador del Real Valladolid Promesas felicitó a su rival, el Boiro, por la victoria a la par que ensalzó la buena temporada de sus jugadores

Si algo bueno ha demostrado el filial del Real Valladolid es que en todos los partidos, derrotas como las de Guijuelo y Cultural incluidas, ha tenido opciones de llevarse el gato al agua. De hecho, frente al Boiro hubo momentos para los dos equipos. El técnico, Rubén Albés, detectó diferentes etapas en la primera mitad. Una, en los «primeros veinte minutos«, durante los cuales reconoció que el Boiro «fue superior» y la otra, durante el tiempo restante previo al tiempo de descanso, en la que el Real Valladolid Promesas manejó de una forma «más estructurada la capacidad de balón y de superar líneas».
Con el empate a cero en el marcador, el partido recordaba al de Coruxo, en el que los cambios a la postre fueron determinantes. Para intentar dar un giro semejante, David Mayoral entró en el descanso frente al Boiro, con el afán seguir «con la misma idea de partido«, según Albés, y aportar «más velocidad arriba«. Para que así el filial blanquivioleta pudiera «encontrar pases a las espaldas» y creciera en el partido «cada vez con mas posesión de balón».
Todo se truncó en el momento del gol gallego. El técnico no tuvo tapujos en reconocer que fue un «error» del Promesas: «Es un fallo en el cálculo de distancias«, comentó. «A partir de ahí el Boiro se retrasó todavía más. Se estructuró en 4-4-2 pero tuvimos paciencia… Encontramos ocasiones cuando no es fácil», añadió Rubén.
La derrota dejó «jodidos» a los blanquivioletas que iban «con ganas» a tierras gallegas. «Éramos ambiciosos porque estamos a buen nivel. Tenemos una identidad que nos está permitiendo conseguir puntos», exponía el técnico.
El míster quiso restarle importancia a los condicionantes como el mal estado del césped que dificultaba «los ataques de los dos conjuntos» y a la labor del colegiado que, en sus palabras, «lo intenta hacer lo mejor posible». «Descontó el tiempo que tenía que descontar con las interrupciones y con las paradas que hacía el Boiro para refrescarse», respondió sin mayor importancia.
Para concluir, Rubén Albés alabó el «crecimiento brutal» de su equipo: «Estamos soñando despiertos. Si nos lo dicen a principio de temporada, nadie se lo creería». El técnico argumentaba que lo que están haciendo es irreal, puesto que el objetivo es la permanencia. «Nadie se esperaba que pudiéramos tener tantos puntos», recordaba. «Fuera de casa hemos perdido cinco partidos. No son números de play-off porque no estamos construidos para play-off pero si que son unos números de salvación«, finalizó.