Las naranjas superan en cuatro puntos a las quintas clasificadas lo que hace que el sueño de quedar cuartas esté cada vez más cerca

Foto: Sergio Sanz
Seis partidos, seis finales. Eso es lo que le resta de temporada a un CD Parquesol que ve cómo su sueño de lograr la cuarta plaza empieza a convertirse en algo más que probable. Un colchón de cuatro puntos con respecto a las quintas clasificadas –el Rayo Vallecano B– hace que reto está cada vez más próximo, pero en una liga tan apretada como el Grupo V de la Segunda División Femenina, relajarse no supondría un buen consejo.
Un reto que las naranjas veían como algo muy lejano la primera vez que visitaron ese cuarto puesto, allá por la jornada seis. Esta semana se cumplirán cinco meses desde que el Parquesol se asentó ahí –dieciséis jornadas–, ya que pase lo que pase este domingo aún nadie las podría mover. Un gran inicio de temporada en el que llegaron a doblegar a equipos como el Tacón en su propio campo hizo que se convirtieran en el equipo revelación del grupo o, como otros las califican, las primeras de ‘la otra liga’.
Porque, efectivamente, los tres primeros clasificados parecen ser de otro planeta. Madrid, Tacón y Atleti B se desmarcaron desde muy pronto del resto. Precisamente, el Atleti B será el próximo rival de las chicas de Óscar González, y que supondrá el último ‘coco’ al que se tienen que enfrentar –ante Madrid y Tacón cosecharon dos derrotas en la segunda vuelta–.
El otro gran plato fuerte llegará en la penúltima jornada: el derbi vallisoletano, esta vez en casa del Parquesol. El San Pío valorará el partido como una auténtica final por dos razones: la primera, porque supondrá una revancha tras la derrota por un gol a tres en la primera vuelta y, la segunda porque, en caso de contar con opciones en esa jornada, estarán luchando por salvar la categoría. Sin duda un encuentro que, por su fecha, puede decidir los objetivos de los dos equipos vallisoletanos.
Pero hasta llegar ahí el Parquesol tiene un calendario complicado. Todos los encuentros tienen su miga. Además del Atleti B, las naranjas tendrán que recibir en unas semanas al Dinamo Guadalajara, actualmente a tan solo cinco puntos y con un golaveraje muy difícil de voltear, ya que en la primera vuelta perdieron allí por dos tantos a cero.
Fuera de casa, la misión tampoco será sencilla. Se medirán al Vallecas, al Zamora Amigos del Duero y en la última jornada al Pozuelo. Tres equipos a los que, en este caso, las chicas de González sí vencieron en la ida, pero que parece claro que se estarán jugando el descenso.
Y es que al Parquesol no se le suele dar bien jugar contra clubes de la zona baja en esta segunda vuelta. Su empate ante el Guadamur –último clasificado– y su derrota en casa ante el Torrelodones –antepenúltimo– sembraron dudas sobre si las naranjas no salían suficientemente motivadas contra equipos que se juegan la permanencia.
Lo positivo para el Parquesol es que para este tramo final podrá recuperar a jugadoras que habían estado apartadas las últimas semanas por lesión. La reaparición de Maka en la defensa el pasado encuentro ante el Alhóndiga supuso una gran noticia, y todo apunta a que Pau podrá estar de nuevo en la convocatoria si no es esta semana, la próxima. Por tanto, la enfermería parquesolina únicamente está ocupada por Lore, que tiene complicado volver esta temporada.
Dieciocho puntos en juego, nueve en casa y nueve a domicilio. Ese es el reto que tiene delante el Parquesol para lograr una gesta importante. En diciembre ya hizo historia al convertirse en el equipo femenino de Castilla y León con más puntos en una primera vuelta en estos últimos años, y quiere seguir haciéndolo quedando cuartas de su categoría, en un grupo ‘acusado’ de tener mucho nivel.
Desde que las naranjas dejaron la aspiración de únicamente luchar por la permanencia, el equipo quiere convencerse de que ese cuarto lugar es el que les corresponde. Está por ver si alguien es capaz de echarlas o si, por el contrario, se irán de vacaciones con la mejor sensación posible: la de un trabajo bien hecho.