Análisis del próximo rival del Real Valladolid

De perdidos al río. Llegados a este punto de la temporada, ya solo queda la escapada hacia adelante, tirar con todo el equipo con la esperanza de que el Real Valladolid pueda salvar un año que podría acabar siendo catastrófico. Dos tercios de campeonato después, a los blanquivioletas solo les queda intentar el milagro, y esto se consigue a base de ganar partidos. ¿Que es difícil? Sin duda, pero ya no hay marcha atrás.
A priori podría decirse que el rival de esta semana se intuye un poco más fácil, más sencillo, al menos a tenor de su situación clasificatoria. Pero decir algo así cuando se habla del Pucela es, sin duda, arriesgado. Un Alcorcón en horas bajas espera en Santo Domingo con la esperanza de hacer leña del árbol caído, y de paso de darle una pequeña alegría a una afición necesitada.
De capa caída
Sí, sí, y es que tanto madrileños como vallisoletanos suspiran echando la vista atrás y recordando tiempos pasados que fueron mejor. Una discretísima decimoséptima posición en la tabla veintinueve jornadas después, merced de treinta y tres puntos, deja a los de Julio Velázquez en una situación muy delicada respecto al descenso, de manera que tan solo se sitúan a tres puntos de la línea roja que marca el Mallorca.
Pero no solo eso. Los amarillos acumulan nada más y nada menos que seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria, una losa que empieza a hacerse demasiado pesada a estas alturas de temporada. Quién lo diría viendo que el año pasado prácticamente hubo play off -solo un empate a puntos con Osasuna, quien acabaría tocando la gloria, lo impidió- y que en anteriores ocasiones siempre se ha repetido de mitad de tabla para arriba.
Ahora toca afrontar una situación nueva. Se huele un descenso que asusta, del que no hace tanto tiempo que se consiguió escapar. Y la única posibilidad de huir definitivamente de él es poner los pies en polvorosa a base de victorias. Desde luego los últimos empates, sendos 0-0 ante Elche y Sevilla Atlético en las dos últimas jornadas, y una derrota en casa del Córdoba por 1-0 no ayudan demasiado.
Porque lo cierto es que Julio Velázquez todavía no ha conseguido tomar las riendas en condiciones de este Alcorcón, en detrimento de un Cosmin Contra que fue destituido allá por octubre. Desde entonces, agua. O más bien, insuficiente rédito como para poder sacar pecho si bien al menos está consiguiendo mantener al equipo fuera de los puestos rojos… por los pelos. Eso sí, como es lógico el juego no termina de convencer a una afición que en todo caso ya se conforma a estas alturas con la salvación.
Inexplicable

Foto: AD Alcorcón
Vista la situación la pregunta se hace inevitable. ¿Qué ha ocurrido con este Alcorcón que tan bien lo había hecho pasar a su afición y que hace no muchos años dio aquel famoso ‘Alcorconazo’ ante el Real Madrid en Copa? No es fácil de explicar. Simplemente se ha dado un bajonazo espectacular desde el arranque de temporada y la medicina Velázquez parece no terminar de funcionar.
Y es que el habitual 4-2-3-1 del entrenador no enamora. De hecho, causa bastante poca sensación. El Alcorcón, sin ir más lejos, no ha sido capaz de ver puerta en los tres últimos partidos y parece una caída en picado, porque con jugadores de quilates cuenta. Un clásico como David Rodríguez, quien suma diez goles esta temporada y parece incombustible, o jugadores como Óscar Plano, Nélson, Bellvís o un viejo ex conocido blanquivioleta como es Víctor Pérez parecen argumentos más que suficientes para no pasar apuros, pero no es así.
¿Y los números? Los de Velázquez acumulan veintiún goles a favor por veinticho en contra en veintinueve jornadas, lo que deja muy a las claras que los choques del Alcorcón no dejan demasiadas celebraciones. Bien hay que decir que en Santo Domingo los amarillos cuentan siete victorias, cinco empates y tan solo dos derrotas, por lo que no conviene en absoluto que los de Paco Herrera se confíen.
Curiosidad del rival de esta jornada: Muchos se preguntan hoy día el porqué del llamar equipo alfarero al Alcorcón, si bien se puede llegar a intuir por pura lógica. En la propia bandera del municipio madrileño está presente la alfarería como muestra de la importancia que tuvo esta para su desarrollo y crecimiento en la Edad Media.