El entrenador de la UD La Palmas estuvo viendo a su hijo Laro, jugador del Racing de Ferrol, antes de viajar juntos a León para ver el Cultural Leonesa – Real Racing Club

Hay personajes que sacados de su ‘hábitat natural’ llaman la atención; caras que se hacen conocidas y que causan sorpresa fuera de su habitual contexto, y que desatan cuchicheos y preguntas. Como qué hacía Quique Setién este domingo en Los Anexos. La respuesta es bien sencilla: vino a ver a su hijo Laro, futbolista del Racing de Ferrol que, con el ocho a la espalda, encadenó su segundo partido como titular en la derrota de su equipo ante el Real Valladolid Promesas.
Dicen que si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma, y eso sucedió por el Día del Padre. Si el hijo le es imposible ir a ver a papá, papá tendrá que ir a ver al hijo. Juntos, además, aprovecharon para ir a León a ver el partido entre la Cultural Leonesa y ‘su’ Real Racing Club, en el que Quique jugó doce temporadas y del cual Laro salió durante el pasado mercado invernal debido a la falta de minutos en su primer curso en el fútbol semiprofesional.
A pesar de que el conjunto departamental jugó ochenta minutos con un jugador más, y como reconoció su entrenador, Miguel Ángel Tena, no les salieron las cosas y cayeron ante un filial muy meritorio. Y la tarde tampoco fue mejor para los Setién, ya que el Racing de Santander no pudo vencer en el Reino de León.
Volviendo al encuentro de Los Anexos, en este Laro actuó de partida en el doble pivote, pero no se encontró cómodo, más tarde pasó a jugar en el costado izquierdo, aunque con querencia interior, y terminó siendo sustituido después de una discreta actuación en su segundo encuentro seguido formando parte del once inicial.
Al término del choque Quique Setién se detuvo unos minutos con los medios de comunicación, ante los que destacó esa «oportunidad de poder verle en directo y estar con él», algo que agradeció, pues «no deja de ser un chaval joven que necesita a veces el cariño de la familia». «Como quien dice, está empezando. Está muy contento, sobre todo ahora que empieza a tener más continuidad», agregó.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, se le preguntó por el Promesas, del cual reconoció que no conocía «a ningún jugador», aunque «sí hubo dos o tres» que le gustaron «mucho». «Me han gustado sobre todo los primeros minutos, cuando han estado en igualdad. Se vio un equipo trabajado y que entiende las cosas. Eso es señal de que detrás hay un buen entrenador«, percibió.
Ignacio Bailador, periodista del Diario AS, recordó la época en que Setién estuvo a punto de firmar por el Real Valladolid. «Estuve muy cerca, a casi casi un día de haberme venido aquí», explicó el técnico, que fichó por la UD Las Palmas en octubre de 2015, poco antes de que Gaizka Garitano fuera destituido y en Zorrilla se tirase de Miguel Ángel Portugal.
No le ha ido mal al santanderino desde entonces, puesto que ha sacado el máximo partido del conjunto canario, donde sustituyó a quien hoy es técnico del Pucela, un Paco Herrera al que definió como «un grandísimo entrenador». Aunque por falta de tiempo, no puede «analizar con detenimiento» a los blanquivioletas, mostró su confianza en el pacense, a quien conoce «bien», más aún teniendo en cuenta que «no es fácil colmar las expectativas» de clubes históricos como este.
A punto de concluir contrato, ya ha anunciado que no renovará con la UD. No obstante, está «muy contento» con su «entrada en la élite». «Hemos hecho el trabajo en la medida que hemos podido; se valorará en su justa medida», ponderó, reservado. Para concluir, con respecto a su futuro, dejó la duda en el aire: «Seguiremos trabajando donde nos toque».