Álex Pérez y Guitián llevaban jugándolo todo desde la jornada veinte hasta que el otro día el primero fue sustituido

Álex Pérez y Guitián forman desde que comenzaron a jugar juntos la extraña pareja. Extraña porque, aunque con el tiempo se han asentado y se han convertido en titulares prácticamente indiscutibles, en los albores del curso se presentaban como dos jugadores llamados a ser ‘de fondo de armario’, o por lo menos el primero, después de llegar a prueba el pasado verano.
Juntos encadenaron once partidos completos, desde la jornada veinte hasta la fecha 31, disputada el pasado fin de semana, cuando el madrileño fue sustituido al descanso ante el Nàstic de Tarragona por Dejan Drazic. Paco Herrera puso fin así a 1.035 minutos de sociedad ininterrumpida, una condición que todo parece indicar que mantendrán en La Romareda ante el Real Zaragoza, pero que bien podría ser menos, visto su rendimiento reciente.
Y es que en los últimos tiempos vienen demostrando una menor firmeza, algo que, por otra parte, va en la línea del propio equipo. Así lo atestiguan los números.
Hasta que la visita al Coliseum Alfonso Pérez supuso un impás en la titularidad de Álex Pérez, en la jornada diecinueve, fueron de la partida nueve veces y dejaron la portería a cero seis. Después, con su retorno al once en la fecha veinte, en las siguientes, solo han repetido el ‘rosco’ en tres en diez partidos (los que jugaron completos; sin contar el del Nàstic). Por lo tanto, las cuentas son claras: antes de Getafe su porcentaje de imbatibilidad era 66’6%; después, un simple 30.
Puede que alguien considere que lo raro era lo primero. Bien; en la primera etapa juntos recibieron seis goles, 0’6 por encuentro; en la segunda, doce, 1’2 por partido. Más de lo que promedian en las 31 jornadas hasta trece equipos, los que han encajado menos de los 37’2 que los blanquivioletas llevarían de ser esa su media. Así pues, aun cuando el Real Valladolid no ha encajado mucho en el cómputo global de la temporada, el dato debe preocupar, y quizá de ahí el reciente cambio de dibujo.
La sanción de Igor Lichnovsky y una eventual continuidad del 5-3-2 favorecería su titularidad también ante el Real Zaragoza, aunque lo cierto es que las sensaciones son peores que en otros momentos y que han perdido solidez. No obstante, si juegan, como parece, a buen seguro querrán que esta vuelva a aparecer, algo que es necesario. Solo así estará más cerca el objetivo de la promoción.
