El entrenador del San Pío X reconoce que su equipo necesitaría «un milagro» para salvarse, aunque anima a sus jugadoras «a seguir trabajando» y a competir en las dos jornadas que les quedan

El San Pío X recibió este domingo un golpe casi de gracia. El Pozuelo remontó un encuentro que empezó bien para los intereses de las rojiblancas, pero que terminó de la peor forma posible. No es para menos que Martín Olmedo, su entrenador, defina el golpe como «muy duro» y que sus chicas terminasen anímicamente «muy tocadas».
«No esperábamos que nos marcasen dos goles tan rápido; ha hecho mucho daño al equipo. En el descanso las sensaciones en el vestuario tampoco eran muy buenas, porque sabíamos que no habíamos estado a gusto, que no habíamos dominado y que son un rival duro y van a todos los balones. Queríamos controlar los primeros minutos sabiendo que iban a salir fuertes, pero en cinco minutos pasó lo peor que nos podía suceder y el equipo se vino abajo«, declaró.
Tal es así que Olmedo no duda en afirmar que su equipo «desapareció totalmente y el dominio fue claro del Pozuelo». «En el segundo tiempo no hemos tenido el balón, el mediocampo ha desaparecido, no hemos tenido ocasiones… todo lo que no se debe hacer lo hemos hecho», lamentaba el técnico, vista la falta de recursos (que no de actitud) que sobre todo en los segundos 45 minutos expusieron sus jugadoras.
La consecución de los tres puntos era clave de cara a la salvación, que se difumina casi hasta borrarse. Y el entrenador del conjunto del barrio de Girón no lo oculta. Anima a competir hasta el final, pero sabe que la permanencia es casi imposible: «Las matemáticas mandan. Eran tres puntos más importantes que los seis que nos quedan por disputar; lo que ahora nos haría falta sería un milagro».
Como se vienen dos semanas de parón, algunas jugadoras han «acabado lesionadas» y todas ellas con la moral por los suelos, Martín Olmedo dejará «que reposen», aunque eso no indica que vayan a dejar de luchar. «Sabíamos que este momento podía llegar tarde o temprano y que podíamos no ver la luz. Tenemos que sacar fuerzas de donde no encontremos para competir las dos últimas jornadas. Nuestro deber es levantar el ánimo, aunque ahora estemos muy fastidiados. Hay que seguir trabajando porque la temporada no ha terminado«, concluyó.