Las rojiblancas creyeron durante cuarenta minutos que el milagro era posible. Luego el Madrid impuso su ley y materializó el descenso con una goleada

A veces, si soñamos fuerte, lo que anhelamos se cumple. Otras, da igual lo que hagamos; los cauces naturales reclaman su curso. Bien lo sabe el San Pío, que soñó, y soñó fuerte, con que la salvación era posible. Pero a la postre se impuso la lógica y el Madrid, mejor, superior, impuso su ley y finalmente se materializó el descenso.
Era lo natural. El pulso fue como el padre que lo echa con si hijo pequeño. Duró el embate lo que quiso el Madrid. En cuanto entendió el campeón que el ritmo de entrenamiento no iba a ser suficiente, apretó el acelerador y goleó sin que las rojiblancas pudieran hacer demasiado. Y eso que fútbol es fútbol, y que el primer tramo de encuentro indicó que quién sabe, que a lo mejor…
Con casta y orgullo amenazó el San Pío con revolucionar el final liguero gracias a los dos revolcones que dio al campeón.
Nada más comenzar, a los tres minutos, Laura puso el uno a cero, que pronto fue respondido por Jade, que pegó un duro latigazo que se coló por encima de Lucía. Mediado el primer periodo, y después de marrar una ocasión, Sandra hizo el dos a uno con una acción muy parecida a la del primer gol: pilló a la defensa adelantada tras un gran pase al espacio de Mónica Padilla y superó con una buena definición la salida de Aida.
A buen seguro entonces más de uno se preguntaría si era real lo de Los Cerros. Y sí, lo era, aunque pareciera un sueño (o una pesadilla, según la óptica con la que se viera). El último pellizco, el que sirvió para que el Madrid despertase, fue otro acercamiento de las locales, preludio de un nuevo tanto de Jade.
La atacante se revolvió bien en el área y convirtió el dos a dos en una acción protestada por posible mano en el control. Dos minutos después, Patri marcó el dos a tres en la última jugada de la primera mitad, que echaba al traste todo lo que había trabajado el San Pío. ¿Era lo lógico? Sí, y más cuando Lucía estaba volviendo a erigirse heroína. Pero no por eso dolía menos.
Si quedaba aún algún resquicio por el cual colarse y obrar el milagro, Costa se encargó de taparlo con el dos a cuatro nada más reanudarse el encuentro, al rematar a la red un balón suelto en un saque de esquina. A partir de ese instante el Madrid fue martillo pilón y goleó cómo y cuando quiso, siempre respetando a un rival que dignificó la categoría que estaba perdiendo no dejando de correr nunca.
Corrieron, eso sí, detrás de sombras, como el perro que corre tras los coches. Y cuando los alcanzaban (que no era a menudo) no sabían qué hacer, ya que los gestos técnicos y el brillante fútbol de posición del campeón le permitieron elevar la cuenta hasta los nueve goles. Como si de un entrenamiento con un rival y público se tratase, ni siquiera los celebraron. La costumbre…
Nunca el silencio dijo tanto como tras el pitido final. Nunca fue tal el sigilo de una caída para un San Pío X que despidió la categoría contra el peor rival posible, y a la vez contra el mejor. Porque no hay un rival mejor para anhelar volver que uno que quizá (seguramente) jugará la próxima temporada en Primera. Porque, digan lo que digan, siempre es mejor cola de león cabeza de ratón. Por volver a ser lo primero deberán luchar el año que viene las de Martín Olmedo.
San Pío X: Lucía; Peke, Lore, Noe, Sara; Laura (Nere, min. 76), Cris Franco, Mónica Padilla, Raquel; Paula (Mamen, min. 65) y Sandra (Sofía, min. 61).
Madrid CFF: Aida, Costa, Herrero (Yas, min. 46), Ana, Carol (Leti, min. 46), Belén, Saray, Mellado, Jade (Pilar, min. 65), Patri y Mabel (Lulu, min. 58).
Goles: 1-0, min. 3: Laura. 1-1, min. 9: Jade. 2-1, min. 24: Sandra. 2-2, min. 41: Jade. 2-3, min. 43: Carol. 2-4, min. 46: Costa. 2-5, min. 52: Jade. 2-6, min. 54: Jade. 2-7, min. 57: Mabel (penalti). 2-8, min. 75: Lulu. 2-9, min. 86: Ana.
Árbitro: Miguel Ángel Reinoso Mangas, asistido en las bandas por Juan Ramón Saludes Rodríguez y Andrés Steward Villarreal Ramírez.
