Yeray Andrés, entrenador blanquillo, pasó por #HacemosCantera para hablar del éxito de su equipo

A falta de que se pueda concretar algún ascenso a categoría regional en edades cadete o infantil, el CD Juventud Rondilla es el último equipo de Valladolid en saborear las mieles de uno de esos ascensos. Lo hizo a la Primera Regional Femenina, a la que subió este pasado fin de semana tras imponerse en Ávila al Casa Social B por cero a ocho.
No fue fácil, por lo tedioso de enfrentarse cinco veces a cada uno de los cinco rivales de Segunda y por el «mano a mano» que vivió con el Santa Marta en la última vuelta. La clave, en opinión de su entrenador, Yeray Andrés, estuvo en ser capaces de ganar a las salmantinas a falta de tres jornadas para el final.
«Íbamos dos puntos por detrás y ganarles nos permitió ponernos uno por delante», rememoró este lunes en #HacemosCantera el técnico, que si bien reconoció que aquello dio a su equipo «cierta tranquilidad», en ningún momento se confiaron a la hora de enfrentarse a los filiales del Salamanca FF y del Casa Social abulense.
El logro, dijo, provocó su «alegría por las 38 semanas» de entrenamientos y una sensación «de trabajo bien hecho» y «cumplido», toda vez que con dicho ascenso consiguió el objetivo para el que fue fichado. Además, «es un reconocimiento para jugadoras llegadas de otros clubes en los que no habían sido reconocidas y para el trabajo espectacular» de su cuerpo técnico, agregó, antes de empezar a hablar del futuro.
Cree también que ascender «va a venir bien» de cara a la «reputación» del club y para los próximos fichajes. Porque, inquieto, Andrés piensa ya en el futuro, aun cuando todavía no sabe a ciencia cierta si va a seguir (aunque de sus palabras se desprende que es lo normal. «El siguiente paso es reunirme con el club, ver qué me proponen y decidir si continúo. Si continuase, el objetivo iba a ser simple y llanamente asentarse en Primera», considera.
Aunque no por ello es conformista, puesto que piensa en «terminar lo más arriba posible», a poder ser, «entre los cinco o seis primeros». Y eso que sabe que «no hay muchas chicas y sí muchos equipos», hasta cinco confirmados en Valladolid a día de hoy, lo que dificultará esa labor de reforzarse.
Además de poder atender a posibles descartes del Parquesol o del San Pío, sabe que, por ejemplo, en este último caso, puede haber alguna jugadora entristecida o decepcionada por el caso de ascender, por lo que explica que estará «atento a la gente que no esté a gusto en otros clubes», ya que lo cierto es que para crecer necesitará captar.
Más si cabe cuando el Juventud Rondilla planea tener un filial la próxima campaña. Eso sí, tendrá que ser de garantías: «Es probable que lo tengamos, pero no lo puedo garantizar. Va a depender de la captación. Tengo planificado con siete u ocho jugadoras el hacerlo, pero son insuficientes, y no se va a hacer por hacer, tendría que ser competitivo».
Así lo quiere y lo requiere, porque es la mejor forma de «avanzar como club y de que avancen ellas como jugadoras y como personas». «No se puede tener a gente por tener. Si tienes un ‘B’ es porque estás formando a gente para que suba al primer equipo o pueda completar convocatoria», arguyó, preocupado porque esta máxima se cumpla un técnico feliz por conseguir el ansiado y merecido ascenso.
Escucha la entrevista completa haciendo clic debajo (a partir del 30:56):