El presidente del Atlético Tordesillas reconoce el sufrimiento que ha pasado el pueblo con su equipo y ya mira a un futuro sin Jesús Ángel Turiel

Aunque hubo festejo –como para no–, la atmósfera posterior al Atlético Tordesillas – Sporting Uxama en el que los rojiblancos lograron la salvación estaba cargada de lo que parecía ser una despedida. Después del partido no fue Jesús Ángel Turiel quien atendió a los medios, sino que fue su segundo, Antonio Ruiz, en cuyas palabras se parecía leer un ‘hasta luego’.
Incluso su presidente, Óscar Serrano, consideraba que eran eso. Así lo reconoció este lunes en #HacemosCantera, poco antes de que fuentes del club rojiblanco confirmaran a este portal que Turiel (y por ende, Antonio) no seguirá en la entidad.
Entonces la decisión estaba a expensas de una reunión posterior del dirigente con su cúpula directiva. Concluida esta se le notificó al técnico que no había la intención de prorrogar el vínculo que les ha mantenido unidos los tres últimos años.
O por lo menos juntos, o también revueltos. Porque hace ya meses el entrenador ya había estado en el candelero, aunque se optó por su continuidad, una que Serrano, como si supiera lo que se venía encima, no pudo garantizar después de conseguida la permanencia. Esta le trajo un evidente alivio, que se vio en Las Salinas, sin ir más lejos, en las caras de sus jugadores.
«El equipo se planificó para estar un poquito más arriba», pero tocó sufrir hasta el final. «Este último mes ha sido terrorífico porque veíamos que no ganábamos», explicó el presidente, que recordó que su rival, en caso de haber logrado ganar, podría haber provocado su descenso, al que todos tenían miedo, también los demás. «Prueba de ello es que los tres partidos en los que nos la jugábamos acabaron con empate a cero», agregó.
Pese al esfuerzo hecho por determinados jugadores, como «no podían entrenar», se terminó sufriendo más de lo esperado y de lo debido, ya que la calidad hablaba de otra cosa, de una temporada más holgada que debido a la situación laboral de algunos de esos hombres, así como a los problemas en la confección de la plantilla u otras cuestiones, terminó más bien torcida.
Aunque sabe que la gente en el pueblo «es mucho del Torde» y que iba a seguir con el equipo con independencia de la categoría, no ocultó que «era importantísimo mantener la categoría» de cara al proyecto, que pasa por un paulatino crecimiento a partir de la eliminación de parte de las deudas que tenía la entidad.
De cara al futuro decía que la directiva se tenía «que sentar a hablar y tomar una decisión», dado que «Turiel firma año por año». Si bien se emplazaba a «esta semana», fue asertivo a la hora de hablar del futuro del técnico. Y al final, la decisión se tomó este mismo lunes: no seguirá entrenando al equipo tordesillano, lo que obligará también a dar un giro en lo referente a las categorías inferiores, que también coordinaba.
Sin cometer locuras, y sabedor de que el Grupo VIII de Tercera «puede ser un grupo terrorífico», teniendo en cuenta el importante nivel de los descendidos de Segunda B y de otros que se mantienen o se podrían mantener en la categoría, desea seguir trabajando para seguir afianzando a la entidad, tanto en la categoría como a nivel de cantera.
Por lo pronto, sea como fuere, Óscar Serrano considera que «de los errores se aprende» y espera que algunos cometidos esta temporada no se repitan. Una vez se conozca el nombre del sustituto de Turiel, tocará hablar el próximas fechas con los jugadores con los que se desea contar el curso que viene, en el que de nuevo Las Salinas disfrutará de fútbol de Tercera.
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