El delantero madrileño es, junto con Ortuño, el único jugador de Segunda División que ha conseguido marcar seis goles en cinco partidos

¿Qué habría pasado en caso de que Raúl de Tomás hubiera sido titular treinta partidos? Esa pregunta nunca va a tener respuesta. A toro pasado es muy fácil hablar y pensar que, de haber disputado el doble de minutos de los que lleva actualmente, podría estar entre el ‘top 3’ de goleadores.
Pero la temporada se ha dado como se ha dado y es momento de aprovechar y disfrutar del ’47’ blanquivioleta el tiempo que le queda en el Real Valladolid, no de lamentarse por un pasado incierto que hasta él mismo cavila y tampoco encuentra respuesta.
Con 38 jornadas disputadas, el pichichi pucelano acumula en su contador particular 1.631 minutos y trece goles. El madrileño tiene el mejor ratio de tantos por partido de Segunda División (calculado con jugadores que han logrado once goles o más), por delante del pichichi de la categoría, Roger Martí. Raúl de Tomás marca un gol cada 125 minutos, mientras que el delantero del Levante, un tanto por cada 144 minutos. Por poner otro par de ejemplos, el zaragocista Ángel ve puerta cada 153 minutos y el blanquivermell Longo cada 141.
Gran parte de que ese dato sea tan bueno se debe a que Raúl de Tomás ha marcado seis goles en los últimos cinco partidos, ya que metió dos al Sevilla Atlético en el Sánchez Pizjuán, uno al Elche, inauguró el marcador ante el Almería en Los Juegos Mediterráneos y dio el triunfo al Real Valladolid frente al Mallorca con un doblete en Zorrilla.
Un hecho similar solo lo ha conseguido otro jugador de Segunda División en esta temporada 2016/17, y ese es Ortuño, quien ha logrado a estas alturas diecisiete tantos (uno cada 188 minutos). El murciano consiguió siete dianas en seis partidos seguidos en la primera vuelta. En la jornada quince hizo un doblete a la AD Alcorcón; en la diecisiete marcó al Real Zaragoza, en la dieciocho volvió a marcar dos ante el Córdoba, ante el Sevilla Atlético abrió la lata y repitó lo mismo ante el Elche. Bien es cierto que Ortuño ha vestido la camiseta cadista durante 3.205 minutos, mientras que Raúl de Tomás ‘tan solo’ 1.631, es decir 1.574 minutos de diferencia.
Con los números en la mano, está claro que el delantero blanquivioleta se ha convertido en un pilar fundamental para un Real Valladolid que sueña más que nunca con obtener una plaza para el play-off. El equipo ha logrado diez de los últimos doce puntos en juego y, en gran medida, han sido debido a los goles del ’47’, con tres goles en los últimos dos encuentros ligueros. Bien es cierto que estos números vienen empujados por el cambio de sistema que ha llevado Paco Herrera en las últimas jornadas y el cambio de actitud mostrado por los jugadores.
En primer lugar, la entrada de Cristian Espinoza en la banda, actuando como extremo, ha beneficiado sin duda alguna a Raúl de Tomás. Lo mismo que a José, quien se ha reencontrado a sí mismo después de unos cuantos partidos dubitativo. Tras el varapalo sufrido en Sevilla, los blanquivioletas han cambiado el chip y se han puesto el mono de trabajo para cuajar un final de temporada donde está todo por decidir cuando muchos lo daban (dábamos) por finiquitado.
Parece que Paco Herrera ha encontrado, por fin, un once y una forma de jugar que sin llegar a ser preciosista o enamorar, es efectiva. En ese esquema entra Raúl de Tomás como ‘nueve’ puro y ya acumula seis titularidades consecutivas, algo que se puede ver afectado próximamente, puesto que está apercibido de sanción y una amarilla ante el Mirandés le impediría jugar dentro de quince días en Zorrilla frente al Getafe.
