Raúl Navarro, nuevo lateral derecho del Promesas, se ha desenvuelto en el pasado en posiciones más retrasadas y adelantadas, incluso en la mediapunta

Sin prisa pero sin pausa, Carlos Pérez Salvachúa va sabiendo la identidad de los jugadores que dirigirá la próxima temporada al frente del Real Valladolid Promesas. Este miércoles ha sido anunciado un nuevo fichaje, el de Raúl Navarro, lateral derecho que procede del Almería B.
Sevillano, del barrio de Triana, Navarro ingresó en la cantera del Sevilla en edad benjamín y salió de ella después del ascenso a Segunda con el Sevilla Atlético. En aquel curso, sin embargo, no dispuso de más que cuatro oportunidades para demostrar su nivel, después de ser anteriormente un jugador destacado en el tercer equipo, en la Tercera División.
En esta Tercera viene de militar en el Almería B, durante la pasada campaña, y ya asentado como lateral derecho, con el que disputó el último play-off de ascenso a la categoría de bronce (no lo logró; subió el Sporting B), igual que los dos fichajes que le precedieron, Guille Lara y Adrián Wojcik.
Con el último, además, comparte edad, veintitrés años, por lo que no será sub 23. Esto indica que no es –al menos de partida– un futbolista potencial, pero sí de los llamados vertebradores, como el hispano-polaco o como lo fueron el pasado curso otros como Manel Royo, Rai Marchán o Higinio (si bien el rendimiento de los dos últimos hizo dudar y ‘obligó’ a poner las miras sobre ellos), de esos que suman conocimiento y, en la medida que un filial puede o debe, veteranía.
Si el pasado año jugó 32 partidos en el Almería B, incluidos cuatro en la citada promoción en la que buscó ascender a Segunda B, el curso anterior jugó de 23 encuentros en el Sevilla C a mayores de las cuatro ocasiones que tuvo de vestirse de corto con el Sevilla Atlético. Aunque no parece sobre el papel llamado a dar el salto, en su día sí fue potencial: cuando llegó al segundo filial hispalense disputó cuarenta envites y marcó varios goles, jugando en posiciones adelantadas.
No obstante, ya por aquel entonces se vio que es un jugador polivalente. Anunciado como lateral derecho por el Real Valladolid, conoce la posición en su pie inhábil, ya que ha jugado en la izquierda en algún momento. Y no solo conoce la cal y la zaga, sino que también sabe lo que es jugar por delante. No solo eso, sino que en diciembre de 2014 se definía en Estadio Deportivo como mediocentro o mediapunta (además, con gol: llevaba tres tras varios meses de competición).
Esta marcada polivalencia puede permitir a la dirección deportiva ahorrarse alguna ficha, más si se repite lo sucedido la temporada pasada, en la que algún integrante de primer plantel tuvo licencia del filial. Como decía en aquellos tiempos, «lo importante es jugar», y que pueda hacerlo en varias posiciones abre ese abanico. Eso sí, incluso si se le considera ‘solo’ lateral, su condición es la de un jugador sacrificado pero de carácter ofensivo.
«Rápido, técnico, con buena colocación, trabajador y humilde» se definía el trianero, quien tenía como referentes a Maresca, Rakitic y José Antonio Reyes. El sueño de emular a sus ídolos y jugar en el primer equipo sevillista no pudo cumplirlo, pero aún tiene a su alcance ser capaz de engancharse al fútbol al menos semiprofesional.
Es de suponer, por su pasado, que Miguel Ángel Gómez y Ángel Luis Catalina conocen sus capacidades, ya que sus dos últimos clubes son aquellos en los que militó, y además ambos tenían responsabilidad o importancia en la confección de los conjuntos en los que estuvo presente. La duda puede provenir de lo que su figura pueda suponer para Apa. Si viene como ‘juegalotodo’, parece que abocará al juvenil a seguir en esta categoría. Aunque, por otra parte, sus seis años de mayor experiencia pueden convertirle en un improvisado.