Luis César se muestra contento por el trabajo realizado por el Real Valladolid ante el Leganés, pero sin abandonar su habitual cautela

Como buen gallego, Luis César tiene metáforas para todo. Si en otras apariciones ante los medios postuló la ‘teoría del buen cocinero’, en esta ocasión comparó al Real Valladolid con una casa.
Y la casa, inevitablemente a estas alturas, está todavía en construcción, aunque va viendo cosas que le agradan. Así, en la rueda de prensa posterior al triunfo ante el Leganés, se reconoció contento, ya que sus pupilos hicieron “más cosas bien que mal”, aunque no perdió su habitual cautela. “En esta fase de pretemporada estamos creciendo como equipo, buscando la idea que nos lleve a ganar los partidos”, recordó.
La actitud es buena y los jugadores “salen al campo con ganas de hacerlo bien y mostrarse a su entrenador, para hacer las cosas bien y que el equipo vaya creciendo”, destacó, además de definirlos como “insistentes, perseverantes y esforzados”.
Aunque se van “viendo cosas”, reiteró”, no tiene “ni idea” de cuál será su primer once, lo que habla bien del desempeño de la plantilla y no le preocupa, pues “el de ese día puede no tener nada que ver con el de cinco semanas después”. “Necesitamos a todos, una la plantilla amplia, porque el equipo no se puede resentir cuando haya bajas. Hay que ser previsor”, arguyó.
Por más que las sensaciones sean buenas, no quiere lanzar las campanas al vuelo. Él es el primero que ansía ganar, pero “lo más importante es formar un equipo con una idea de juego”, y para eso está la pretemporada. Aun así, lo cierto es que si bien Sampedro no confecciona las alineaciones para ganar estos partidos, los blanquivioletas continúan invictos y generando ilusión. “Me gusta vencer porque así los futbolistas creen que lo que les mandamos hacer es bueno y a los aficionados les gusta ganar. La satisfacción es doble”, agregó.
El objetivo del que Luis César no se desvía un ápice es el de llegar a la primera jornada de liga con las mayores garantías que sea posible. “Vamos mejorando, pero nunca va a estar al cien por cien; vamos a llegar en condiciones, pero en ella se verán cosas que no hicimos bien para la segunda. El crecimiento es constante, no es llegar a la primera con la casa hecha para entrar a vivir; la casa se va a seguir agrietando y habrá que arreglarla cada jornada”, elucubró Sampedro.
Tirón de orejas a Salvador
Sobre el tapiz del Juan Carlos Navarro, con todo, se vio a un equipo enchufado y, otra vez, a un Iban Salvador pasado de revoluciones, algo que no gustó a su técnico. “Hubo dos o tres entradas que se pueden hacer de otra manera. Me gustan los equipos completos, que juegan y no dejan jugar, pero esa agresividad nos puede dejar en inferioridad”, dijo generalizando.
En el caso particular de los delanteros, Sampedro reconoció que les pide “que hagan faltas” para que no sean los defensas quienes las tengan que hacer “en una situación de peligro inminente”. En cualquier caso, el entrenador mostró su disconformidad con la actitud de su atacante. “Se le está yendo la mano un poco. Hablaré con él para que baje un poco el listón”, concluyó el gallego.
