El Real Valladolid cayó ante el Real Oviedo (1-0) en un amistoso que tuvo muy poco de pretemporada y mucha intensidad por parte de ambos equipos

Último amistoso de pretemporada para el Real Valladolid, y primera y única derrota de la fase de preparación. Los de Luis César cayeron derrotados por un gol a cero ante el Real Oviedo en el Trofeo Ramón Losada, cita ineludible en la agenda veraniega de ambos conjuntos.
Pero que nadie se engañe: lo visto en la tarde de este sábado en La Veigona tuvo poco de amistoso. Blanquivioletas y carbayones se encargaron de recordar que solo falta una semana para el inicio de la competición, brindando a los aficionados un encuentro en la que la intensidad fue la invitada de lujo.
La batalla la ganaron los pupilos de Anquela, que en ciertas fases del partido fueron superiores al Real Valladolid. Salió más enchufado el Real Oviedo, y prueba de ello fue que, cuando apenas se habían disputado dos minutos, Toché y Aarón Ñíguez ya habían dado los primeros sustos.
Los de Luis César captaron el mensaje y le metieron una marcha más al encuentro. El técnico blanquivioleta alineó a Ángel y a Antoñito en las bandas, por delante de Moyano y Nacho, fuera de su posición natural. El experimentó funcionó, al menos de primeras, ya que ambos fueron los que más peligro generaron.
Sin embargo, cuando parecía que el Pucela comenzaba a despertar y a sentirse más cómodo sobre el césped, llegó el gol del Real Oviedo. Ñíguez demostró ser el más listo de la clase al botar una falta en la frontal del área, engañando a Masip, que nada pudo hacer ante el disparo final de Jorge Ortiz.
Fue entonces cuando el Real Valladolid comenzó a diluirse. Los carbayones presionaban con un ahínco más propio de un partido de la temporada regular que de uno de pretemporada, y esto impedía a los de Luis César armar ninguna jugada que pudiera tener garantía de éxito.
En esta tesitura, Masip se erigió como el salvador de los blanquivioletas. El guardameta tuvo dos intervenciones de mucho mérito en apenas tres minutos, evitando que la renta a favor de los de Anquela se hiciera todavía mayor. La primera, tras un fallo de Sulayman en el área pequeña; la segunda, al sacar una mano providencial al disparo de Ortiz.
Solo Álex Pérez se atrevió a poner en un serio apuro a Juan Carlos, que hasta entonces apenas había intervenido. El central remató una falta previamente ejecutada por Nacho y que se saldó con el balón desviado a córner tras una buena intervención del guardameta carbayón.

Deivid puso la nota negativa del partido
No le gustaba a Luis César lo que estaba viendo sobre el césped y prueba de ello es que, cuando todavía faltaban diez minutos para el descanso, el gallego mandó calentar a todos los suplentes. Cumplida la primera hora de juego, el técnico ejecutó un cambio múltiple, dejando solo a Ángel y a Antoñito sobre el césped. Antes, en la reanudación, Becerra había cogido el testigo de Masip.
El guardameta, al igual que su compañero, fue uno de los más destacado al evitar que Ortiz volviera a perforar la red blanquivioleta.
Los minutos pasaban, y la tónica del partido seguía siendo la misma: el Real Oviedo presionaba y el Real Valladolid se iba ahogando poco a poco.
Ni siquiera los que entraron para disputar la última media hora consiguieron darle el aire que necesitaba al conjunto de Luis César. Solo Jose, previo pase de Antoñito, inquietó a la defensa carbayona, que se mostró muy sólida durante todo el encuentro.
Ángel tuvo la oportunidad más clara para volver a poner las tablas en el marcador tras rematar una falta ejecutada por Míchel, pero Juan Carlos no estaba dispuesto a ceder ni un solo tanto. Mientras tanto el Real Oviedo, que había dado entrada a varios canteranos, seguía amenazando con aumentar su botín.
No llegó la sangre al río, aunque el encuentro terminó de forma un tanto abrupta. Deivid protagonizó una dura entrada sobre Carlos, que el colegiado castigó con la tarjeta roja. El central, molesto con la decisión, llegó incluso a encararse con algunos aficionados que le afearon la acción, por lo que Fernández Pérez decidió pitar el final.
El Real Valladolid no consiguió finalizar la pretemporada invicto y cosechó su única derrota estival ante un rival, el Real Oviedo, que le ganó la partida en cuanto a intensidad se refiere. Ambos equipos dejaron claro que, a siete días para que arranque la competición, el Trofeo Ramón Losada no era un amistoso cualquiera, si no un anticipo de lo que está por venir.
Real Oviedo: Juan Carlos; Viti, Prendes (Josín, min.60), Verdés (Álvaro García, min.66), Cotugno; Rocha, Hidi; Ñíguez, Jorge Ortiz, Asier; y Toché. También jugaron Gorka, Jimy, Jorge Mier, Juan y Carlos.
Real Valladolid: Masip (Becerra, min.45); Moyano (Guitián, min.61), Álex Pérez (Deivid, min.61), Calero (Cotán, min.61), Nacho (Míchel, min.61); Antoñito, Sulayman (Ibán Salvador, min.61), Toni (Borja, min.61), Ángel; Sergio Marcos (Mata, min.61) y Luis Suárez (Jose, min.61).
Goles: 1-0, min. 20: Jorge Ortiz, a pase de Aarón Ñíguez, tras botar una falta desde la frontal del área.
Árbitro: Fernández Pérez (C.T. Asturias). Amonestó a los carbayones Rocha y Jorge Mier, y al blanquivioleta Borja. También expulsó a Deivid, con roja directa, por una falta sobre Carlos.
Incidencias: Noveno partido de pretemporada, correspondiente al XIX Trofeo Ramón Losada, disputado en el Campo de La Veigona de Luarca, ante 1.000 espectadores.