El Real Valladolid y el Rayo Majadahonda se dan un festín en un partido en el que los dos ataques estuvieron muy por encima de las defensas

Si goles son de verdad amores, los jugadores de Real Valladolid y Rayo Majadahonda son unos rompecorazones. Desmelenados, como el ídolo adolescente de turno, obraron como tal en un partido en el que las defensas estuvieron bajas como si fuera enero, lo que permitió ver hasta diez tantos y un buen puñado de ocasiones a mayores con marchamo de gol.
El conjunto blanquivioleta se impuso por seis goles a cuatro en un choque que en los albores prometía ser plácido, pero luego nada más lejos. Los majariegos se repusieron de varias desventajas y, aunque se vieron siempre por debajo en el marcador, jamás bajaron los brazos, ni siquiera cuando la diferencia era de cuatro tantos. Esto, unido a la falta de intensidad defensiva del Pucela, provocó que hubiera tensión hasta el final (no tanto incertidumbre).
Dali adelantó a los de Víctor Fernández desde el punto de penalti a los tres minutos y, a los quince, Víctor marcó el segundo al aprovecharse de la candidez de la zaga visitante. Pozuelo, tras una acción en la frontal, acortó distancias en el veinte, pero Rafa culminó una bonita jugada colectiva para hacer el tercero en el veintidós. La sensación, entonces, era de dominio local, ya que la posesión era suya, aunque los madrileños avisaban cada vez que podían, sobre todo gracias a su goleador.
Después de que Pablito, Dali y Rafa tuvieran sendas oportunidades para marcar el cuarto –sobre todo el brasileño, que se topó con el larguero–, el ‘nueve’ rayista fue protagonista de una jugada polémica en la que se pidió penalti, cuando la primera mitad moría, cuando encaraba en el mano a mano a Javi. Reinoso Mangas, que sustituyó al indispuesto De la Fuente Ramos, no lo vio así, pese a las protestas y que el atacante incluso tuvo que ser atendido.
La sensación al descanso era de control del Real Valladolid ante un Rayo Majadahonda que concedía bastante atrás pero que mostraba buenos conceptos con balón. Dio buena cuenta de ellos en el comienzo del segundo periodo, en el que los de Alberto Álvarez fueron mejores. Así, David Moreno amenazó con un disparo exterior poco antes del tres a dos, obra de Roberto Pérez, tras una combinación con Pozuelo –con quién si no– que cambió el escenario.
Esto dio paso un pequeño tramo en el que los blanquivioletas sufrieron y en el que los madrileños perdonaron el empate en hasta tres oportunidades claras, la que más, un testarazo de Toni en un córner que Apa sacó de debajo de los palos. Pero como los visitantes estaban abiertos y los vallisoletanos con espacios son letales, sin embargo, llegó el cuarto, en una jugada de banda a banda que convirtió Víctor.
El atacante canario sellaría su hat-trick con un extraño remate a la media vuelta, como aquella ‘espaldinha’ de Ronaldinho, otra vez al rematar un centro desde la izquierda. Pareció y debió ser la sentencia, más aún después de que Orea marcara el sexto en una pena máxima que él mismo sufrió. Aunque aún quedaban cosas por pasar.
Porque el Rayo Majadahonda no renunció a su estilo, ofensivo y atractivo, ni al verse con esa desventaja, importante y seguramente excesiva para el fútbol que estaba practicando. En el lado contrario, el Real Valladolid se relajó y no le vio las orejas al lobo de milagro, porque permitió a los majariegos crecer demasiado, hasta el punto de que Cristian y Boreo acortaron distancias de nuevo, el primero en una jugada de raza y el segundo después de una buena acción técnica en la frontal del área.
Con su equipo partido, desnortado incluso, la afición blanquivioleta tuvo que dar gracias de que no quedase tiempo apenas, porque el encuentro murió en el área local y el poso que quedó al final fue de que la diferencia no fue demasiada. Cierto que el Divi volvió a generar muchísimo en ataque, pero no menos lo es que también concedió muchísimo.
No obstante, los tres puntos se quedaron en casa, permiten llegar a los diez y superar en la clasificación tanto al propio Rayo Majadahonda como al Aravaca, que cayó por cero goles a dos ante el Atlético de Madrid. El próximo encuentro será el jueves próximo contra el Getafe a domicilio, aprovechando la festividad de El Pilar.
Real Valladolid: Javi; Apa, Tena, Óscar de Frutos (David Sanz, min. 75), Nieto; Orea, Arnáiz; Dali (Campos, min. 72), Pablito (Raúl, min. 65), Rafa; y Víctor.
Rayo Majadahonda: Lombo; Borao, Toni, Mayorga; Llamas, David Moreno (Roberto Rico, min. 74); Roberto Pérez (Ismael, min. 58), Jiménez (Cristian, mi. 74), Alan (Ryan, min. 53); y Pozuelo.
Goles: 1-0, min. 3: Dali. 2-0, min. 15: Víctor. 2-1, min. 20. Pozuelo. 3-1, min. 22: Rafa. 3-2, min. 58: Roberto Pérez. 4-2, min. 65: Víctor. 5-2, min. 71: Víctor. 6-2, min. 77: Orea. 6-3, min. 82: Cristian. 6-4, min. 88: Borao.
Árbitro: Daniel Reinoso Mangas sustituyó a última hora a Óliver de la Fuente Ramos, designado inicialmente. Estuvo asistido en las bandas por Juan Ramón Saludes Rodríguez y Rodrigo Crespo Villa. Amonestó a los locales Óscar de Frutos, Raúl y Campos y a los visitantes Lombo y Mayorga.
Incidencias: Jornada sexta del Grupo V de la División de Honor juvenil, disputado bajo un sol de justicia en Los Anexos al tiempo que, en el campo de al lado, era homenajeado el excolegiado profesional Jesús Zancada Lobato.
