El talaverano disputó los noventa minutos de la ida de los dieciseisavos de la Copa del Rey en la Nueva Condomina contra el Real Murcia y marcó el cero a tres

El canterano del Real Valladolid Jose Arnaiz ha hecho este martes su debut con el primer equipo del FC Barcelona y no pudo estrenarse de mejor forma. Lo hizo con gol, y además, marca de la casa. Corría el minuto 56 cuando cogió el esférico en la izquierda, como antaño en el Promesas, y, como entonces, viró y condujo hacia adentro para pegarla a la cepa del poste palo más alejado. El cuero acarició la red y él sonrió antes de llevarse el dedo a la boca, como viene haciendo desde que nació el pequeño Jose ‘Júnior’.
Necesitó poco para consagrarse a las órdenes de Ernesto Valverde y decir «estoy aquí», como si sus exhibiciones recientes con el filial blaugrana no hubieran sido suficientes. No necesitó tampoco entrar en contacto en demasía con el cuero, puesto que este estuvo más dirigido al otro lado, al derecho, en el que Gerard Deulofeu capitalizó buena parte de las jugadas del ataque barcelonista. No obstante, y aunque su primer tiempo fue un tanto discreto, encadenó acciones acertadas a excepción quizá de una, en la que se fue hacia dentro y corrió por la frontal sin terminar de disparar. En las demás estiró el campo, ocupó el carril interior cuando Digné amenazaba con subir y ganó el área en busca de un posible remate cuando el juego transcurrió por el otro costado y prometía finalizar con un centro.
En cambio, en la segunda parte creció hasta rozar la exhibición, naciente con el tanto. Este le dio confianza para rozar de nuevo en gol en una jugada en la que se marchó de varios rivales dentro el área con una ruleta para luego disparar al cuerpo del portero. Más tarde, en otra brillante acción técnica escorado en su lado izquierdo se valió de un bonito recurso, un taconazo por detrás con el que se llevó a su par, a quien luego amagó con una bicicleta. Su pase, en cambio no fue leído bien por nadie y fue interceptado en la frontal. No fue la última vez que lo intentó; todavía buscó el lucimiento en pos del equipo un par de veces más, sin éxito.