El entrenador del Cristo Atlético analiza sus primeros meses en el club morado después de su salida del Real Valladolid

Después de seis años entrenando en Valladolid, Jonathan Prado volvió este pasado verano a su tierra natal para hacerse cargo del Palencia Cristo Atlético, club en el que tiene a sus órdenes a seis vallisoletanos. Cuatro años en la UD Sur y dos en la estructura del Real Valladolid le convierten en uno más, aunque de adopción. Y este miércoles pasó por los micrófonos de Radio Marca para hablar en #HacemosCantera de su inicio de temporada.
El conjunto morado ‘asaltó’ el pasado fin de semana un campo histórico como El Helmántico, donde venció al Salmantino por cero a uno. «Fue un partido bastante completo», reconoce Prado, que sí se podía esperarse el rendimiento ofrecido por sus pupilos porque siempre han «competido con cualquiera de los equipos de arriba» a pesar de que la clasificación no refleja la situación que les gustaría.
Los tres puntos llegaron en el partido «más completo», ya que aunque cometieron «algún error en transiciones defensivas y en posicionamiento de líneas», interpretaron «bien» en ataque lo que querían hacer y tuvieron varias «ocasiones claras» que les pudieron dar más ventaja. «Vamos en una línea ascendente», cree el técnico.
Pese a ello, se muestra cauto y se detiene en los veinte puntos sumados hasta ahora más que en la clasificación. A mitad de temporada «sería importante» superar «más de la mitad» de los 45 puntos que en su opinión rondará la puntuación. Porque ese es el primer objetivo, mantenerse, por mucho que el año pasado el equipo terminara en posiciones de play-off. Porque no hay que perder la perspectiva.
«Hay que tener en cuenta quiénes somos, el contexto del club y nuestro presupuesto. En Palencia hay una limitación a nivel de jugadores y en Palencia hay un segundo club como es el Becerril. Si valoramos todas las situaciones, no estamos en la misma posición que otros equipos. Claro que nos gustaría hacer play-off como la temporada pasada, pero hay que tener los pies en el suelo«, pondera, sin renunciar a nada.
Este nuevo «reto», como él mismo lo define, le llegó después de la «incertidumbre» que generó la salida de Cata del Real Valladolid. Llegó a «hablar con la nueva secretaría técnica», pero le pidieron tiempo y, «como se alargaba» y él quería seguir entrenando, «allí o en otro lado», no pudo esperar más. «Hubiera estado encantado de seguir formando parte del Real Valladolid, pero el tiempo apremiaba. El Cristo me presentó una idea de lo que quería y el reto era importante y atractivo. Hay que ser valiente e ir hacia adelante», expone Prado, ya como técnico morado.
Esta es su primera etapa en un equipo solo de rendimiento, en la que busca «progresar» y que le resultó «atractiva», y más por suponer una vuelta a casa. Aunque sigue aplicando conceptos de formación, pues busca suplir con sus métodos «ciertas carencias» que puedan tener sus jugadores, con los que la planificación, eso sí, reconoce que es «diferente» por el enfoque resultadista.
Pese a todo, no desconecta de la actualidad blanquivioleta, y ha visto ya varios partidos de conjuntos de las categorías inferiores tanto en diferentes campos de Valladolid como en otros puntos de la región. Uno de sus exjugadores, Miguel de la Fuente, debutó este martes con la selección sub 19 de España, algo por lo que se alegra, ya que sabe que «la temporada está siendo un pelín dura para él porque no termina de jugar de nueve».
«Tengo claro que tiene capacidad y que tiene gol, que es clave. Si sigue trabajando igual será lo que quiere ser: futbolista», afirmó, antes de aventurar que el Atlético Tordesillas acabará «de la mitad de tabla hacia adelante» y al que considera un rival difícil de batir, «intenso y trabajador».
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