El filial mereció al menos empatar, pero volvió a acusar la falta de contundencia en las dos áreas

El Real Valladolid Promesas cosechó una nueva derrota como local en otro partido en el que mereció más, pero no consiguió botín alguno por lo inocente que es en las áreas. En esta ocasión fue el San Sebastián de los Reyes el que se llevó los tres puntos de los Campos Anexos en un choque en el que le bastó con aprovechar los errores de los locales.
El cuadro de Miguel Rivera volvió a disponer de varias oportunidades claras, lo suficiente como para haber marcado varios goles más, pero volvió a acusar su acuciante falta de gol. Así, Luis Suárez marró el enésimo uno contra uno de la temporada cuando solo había pasado catorce minutos de juego. Como ya es hábito en él, la portería se le hizo chiquitita chiquitita, y tiró al muñeco. Sirvió para avisar de que el encuentro podía ser de los locales, aunque luego no fuera así.
Y no fue así porque el filial sigue penalizado por lo blandito que es defendiendo, y que se vio en el regalo que supuso el cero a uno. El saque de esquina fue botado mal por el jugador del Sanse, flojito y sin una orientación clara, pero Porto hizo un extraño en el primer palo y no despejó, en general, en su recorrido por el área, el balón pareció un objeto extraño, como una bomba a desactivar, que estalló cuando Rubén Mesa solo en el segundo palo, a placer y después de que el cuero le llegara manso y raso, lo rematara a la red.
Javi Pérez empató dos minutos después, echándose otra vez al equipo a sus espaldas, en una arrancada por la zona derecha del campo que culminó con un buen zapatazo al lado contrario, ante el cual Carlos Morales nada pudo hacer. Y el juego, que no era del todo malo (puede decirse que incluso era bueno, visto lo visto otros días), permitió que hubiera otra ocasión antes del descanso, un centro de Apa desde su costado que Miguel no alcanzó a rematar en el corazón del área.
El empate dejaba dos lecturas para el entretiempo. Por un lado, era del mal el menos, visto que la defensa continúa con su empecinamiento de ponerse palos en las ruedas. Por otro, pese a ello, con ambición, los de Miguel Rivera eran capaces de llegar en situaciones de peligro y de hacerse como mínimo acreedores de ese punto que en ese instante tenían en sus manos. Pero como lo tuvieron lo tiraron. Quién podía imaginarlo…
Nada más comenzar el segundo tiempo Miguel Marí asustó a los desplazados desde la localidad madrileña para animar a su Sanse. De igual manera, Javi Pérez volvió a disponer de una ocasión tras otra incorporación al ataque marca de la casa. Y aunque los visitantes pudieron marcar en una falta que golpeó Borja Díaz contra un palo y cuyo rechazo –de Nandi– chocó con el otro, el peligro mayor seguía estando en las botas de los blanquivioletas, en los que entró Samanes a fin de dar una mayor profundidad por el costado izquierdo por un desacertado y desquiciado Luis Suárez (que le negó el saludo en el cambio).
Sin embargo, sería el Sanse quien marcaría el segundo, en otro regalo de la defensa blanquivioleta. Para más seña, en otro regalo de Porto, aunque no solo. Bogdan la rebañó en campo propio, en la posición de lateral, y comenzó a avanzar sin que nadie le saliera al paso, se apoyó con Borja Díaz en la zona frontal del área, en el lugar en el que habita el diez, este se la devolvió y, con un disparo fuerte que se encontró con una nula oposición, marcó el tanto que a la postre sería el del triunfo.
En definitiva, pasó lo de otras veces, que el filial nadó para morir en la orilla. Lo hizo porque a la hora de intentar ganar la costa contó otra vez con un par de rémoras de apellido inglés y porque, si fue tiburón, lo fue sin dientes. En una situación clasificatoria cada vez más comprometida, cada vez más alejados del objetivo de la salvación, reza Rivera por consumir las cuatro jornadas que quedan antes de Navidad cuanto menos lejos de la permanencia les sea posible. Pero entre esas rémoras y que según el técnico las alternativas no deben ser de mayores garantías tampoco, quizá, por pronto que parezca, lo que queda de curso quizá haya que encomendarlo a que por lo menos Apa y Miguel aprendan en la categoría todo lo que sea posible antes de perderla.
Real Valladolid B: Tanis; Apa (Dani Vega, min. 80), Mario Robles (Rubén, min. 89), Porto, Corral, Alvarado, Javi Pérez; Miguel, Miguel Marí, Mayoral; y Luis Suárez (Samanes, min. 71).
UD San Sebastián de los Reyes: Carlos Morales; Bogdan, Nandi, Neider, Bikoro (Juanfran, min. 66); Zazo, Rubén Ramos; Carlitos (Toni Arranz, min. 72), Borja Díaz, Rubén Sánchez (Fer Ruiz, min. 61); y Rubén Mesa.
Goles: 0-1, min. 28: Rubén Mesa. 1-1, min. 31: Javi Pérez. 1-2, min. 79: Bogdan.
Árbitro: Alejandro Muñiz Ruiz, del colegio gallego. Amonestó a los locales Mario Robles, Corral, Miguel y Rubén y a los visitantes Zazo y Nandi.
Incidencias: 15ª jornada del Grupo I de la Segunda División B, disputado en los Campos Anexos al Nuevo José Zorrilla, ante más de 400 espectadores. Un nutrido número de aficionados del Sanse se desplazó a Valladolid desde la localidad madrileña.