El Real Valladolid buscará en Albacete la segunda victoria fuera de casa esta temporada, con una racha de un triunfo en doce encuentros y con el fiasco ante el Numancia todavía presente

El Real Valladolid empieza a pedir a gritos que finalice el año. Encadena una racha de partidos sin ganar inimaginable a principio de temporada y tan solo le quedan tres jornadas para remediar esta conclusión de 2017, en la que protagoniza una dinámica de resultados casi de descenso. Siete puntos de los últimos veinticuatro posibles le obligan a enderezar la situación en estas tres últimas semanas y no dejar todos los deberes para 2018.
Pero salidas, solo queda una, la de este sábado a Albacete (16:00 horas), donde buscará, además de poner fin a esta dinámica, olvidar el traspiés que protagonizó el pasado domingo ante el Numancia, en el que el conjunto blanquivioleta perdió el encuentro después de ganar al descanso con dos goles de diferencia.
El objetivo está claro: volver a sumar de tres en tres y reengancharse al tren del play-off de ascenso, del que poco a poco se va alejando, causa de esta racha. Y los números a domicilio son aún peores. Con solo un triunfo, tiene los mismos puntos como visitante (7) que el penúltimo, el Sevilla Atlético. Ante el Albacete es la última oportunidad de maquillar un año pésimo a domicilio, con solo cinco triunfos –solo una de ellas, esta temporada–.
Esas cifras han provocado la caída del Real Valladolid hasta la undécima plaza, con veintitrés puntos, a cuatro unidades del Granada, sexto, y a siete ya del Lugo, que marca la frontera con el ascenso directo. En diez jornadas los pucelanos han perdido nueve posiciones y corren el riesgo de caer hasta el decimocuarto puesto en caso de perder también esta semana.
Aunque los antecedentes en este campo le avalan. Los de Luis César se han llevado la victoria en las dos últimas visitas al Carlos Belmonte y de lograr la tercera no se superaría la crisis, pero al menos se alimentaría el optimismo para afrontar las últimas dos jornadas antes del parón.
El propio técnico del Real Valladolid confía en que su equipo dé la vuelta a la situación con estos tres encuentros y para ello será necesario “ganar el primero, luego el segundo y luego el tercero”. También así podrían disiparse todas las dudas sobre la continuidad de Luis César que –en esta semana todavía más– han sobrevolado el ambiente.
El Albacete, en proceso de remontada
La oportunidad se presenta aún más factible al ver que el rival de esta semana roza el descenso, pero lo cierto es que es engañoso. Porque el Albacete está en pleno proceso de recuperación, tras un inicio de temporada para olvidar.
Desde la llegada de Enrique Martín Monreal, solo llevan dos derrotas en diez encuentros. La segunda, la semana pasada, cuando cayeron por dos goles a cero en casa del Cádiz. Esta remontada le hace situarse por el momento decimoctavo, solo un punto por encima del descenso.
Además, esta semana será importante para el conjunto castellano manchego, no solo por el resultado de este encuentro, sino por la incorporación de Rubén Miño a la portería. Jugará en el Albacete hasta final de temporada, aunque tendrá complicado desbancar a Torneu, que hasta el momento ha disputado todos los minutos.
Con todo ello, el Real Valladolid viaja con Masip, Becerra, Antoñito, Moyano, Calero, Deivid, Nacho, Luismi, Anuar, Cotán, Borja, Gianniotas, Hervías, Óscar Plano, Iban Salvador, Toni, Míchel, Villalibre y Mata. Los descartes son Ángel, Sergio Marcos y Sulayman, por decisión técnica, además de Guitián por molestias y Kiko Olivas, por sanción.