El Real Valladolid saca músculo aunando voluntades en la presentación de su esperado proyecto, aún incipiente
El Real Valladolid presentó este martes su esperado proyecto XII Pucela, por ahora, una suma de voluntades que demostraron el deseo de aunar fuerzas para recobrar la grandeza del club, aunque todavía incipiente, como demostró la falta de concreción de las medidas que se llevarán a cabo para convertir las buenas palabras en realidad.
Tal y como José Moro había presentado antes a los medios, el nuevo plan de acción cuenta con una alineación simulada en la que aparecen once pilares básicos del renglón a seguir: tradición, misión, visión, valores, gestión, estrategia, plan deportivo, recursos humanos, el propio XII Pucela (el capitán y buque insignia del nuevo Real Valladolid), la Fundación Real Valladolid y la comunicación.
Después de que explicara con trazo grueso los motivos que llevan a alinear cada una de esas cuestiones, el vicepresidente primero cedió el protagonismo a diferentes agentes de la sociedad vallisoletana, que mostró su compromiso con la entidad. Así, el club simuló sacar músculo en un importante e innovador ejercicio de introspección al que, sin embargo, deben suceder hechos no anunciados todavía, más allá de las novedades que confirmó el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, relativas a la creación de líneas de autobús que conecten los pueblos con el estadio los días de partido o la creación de carnés no nominales de forma conjunta con organizaciones sin ánimo de lucro que permitirán asistir a los encuentros a personas desfavorecidas.
Aunque la afición tuvo su protagonismo, fue menos del esperado, incluso del prometido, ya que se redujo a varias apariciones en pantalla y a la presencia en el escenario del presidente de la Federación de Peñas, José Antonio Pérez, como uno más entre todos esos agentes, que si bien son parte –importante– del entorno, no lo eran tanto del ideario (sí del guión) general. Asimismo, la cantera, palabra tan citada y que se supone que tendrá protagonismo, apenas apareció de manera tangencial, gracias a la presencia de Víctor Fernández, integrante del Alevín B y jugador más joven de las categorías inferiores, como uno de los presentes en las doce sillas colocadas en el tapiz.
Sí se honró a leyendas blanquivioletas con la formación de un once histórico, elegido por el colectivo peñista e integrado por César, Javi Baraja, Alberto Marcos, Antonio Santos, García Calvo, Benjamín, Onésimo, Landáburu, Alberto, Minguela y Víctor, con Fernando Redondo como entrenador. Fue uno de los varios momentos en los que se recordó cuánto ha sido el Real Valladolid, algo que también hizo, vídeo mediante, ‘El Pibe’ Aramayo, otro histórico y uno de los protagonistas a través de las pantallas.
El acto, que estuvo conducido por el periodista de Radio Marca Vicente Ortega, tuvo un formato audiovisual y fresco, aunque extenso para la poca profundidad de algunas cuestiones. Las redes sociales, intervinientes en todo momento gracias a la emisión en directo a través de distintas plataformas, mostraron cierta extrañeza e incluso malestar por esa falta de concreción, pero es que quizá no tocaba. Quizá esta vez lo que era obligado ver –por lo menos de ese modo lo entendió la afición– es que el Real Valladolid vive, como demostró con los fuegos artificiales (metafóricos) con los que se intentó sacudir la imagen de entidad del siglo pasado para dejar paso a una nueva, más positiva.
Ahora, claro, toca que todas esas pretensiones sean algo más que ínfulas, y, dicho sea de paso, no cabe la duda de que pueda ser así, viendo que el que siempre ha debido ser el motor del deporte vallisoletano demostró que si es un gigante dormido, ha despertado, o por lo menos ha abierto un ojo como si se estuviera desperezando. Con independencia de lo que dicten los resultados en el campo, las políticas que vengan han de cerciorar que es lo primero, y no lo segundo, lo que ha pasado.
Y, como así debía ser, la actualidad deportiva apenas suscitó comentarios al margen del deseo formulado por varios personajes de volver a Primera División. Más aún despertó la indumentaria del plantel que dirige Luis César Sampedro, dada la deficiente elección del calzado, en bastantes casos poco acorde para la ocasión (sobre todo después de que hace escasas fechas se anunciara un patrocinador de este sector industrial). No obstante, el debate, como el deportivo, queda mejor para otra ocasión.
