Deivid y Borja fueron las voces del vestuario después de la victoria del Real Valladolid sobre el Real Zaragoza

El Real Valladolid consiguió un apurado triunfo ante el Real Zaragoza antes de marcharse de vacaciones con los deberes hechos después de ganar los dos últimos partidos del año de manera consecutiva en casa. Después de la victoria, Deivid y Borja fueron las voces del vestuario en zona mixta, donde coincidieron en destacar que el parón, en contra de lo que más de uno puede pensar, les va a venir bien.
El central canario repitió varias veces que el equipo ha dado «un paso al frente» ya con la anterior victoria, aunque principalmente después de imponerse «a un gran rival» en un partido que tenía «casi controlado» y en el que apenas recibió ocasiones. Destacó la mala fortuna de los «tres rebotes en el primer gol» zaragocista y consideró que la pena máxima del segundo «se lo podía haber ahorrado» el colegiado. Al margen de la actuación arbitral, reseñó que el Pucela «fue maduro, supo sufrir y perder tiempo» para cerrar el resultado, por lo que reconoció que el vestuario se iba a casa «satisfecho».
A pesar de los dos goles encajados, los blanquivioletas dieron mayor sensación de solidez, algo en lo que vienen trabajando «las dos últimas semanas». «Después de trabajar mucho con el míster llegamos a la conclusión de que si no se puede apretar arriba hay que montar el equipo así, con dos líneas de cuatro y los dos delanteros, y cuando entre un pase morder. Estamos trabajando en eso y hemos dado otro pasito al frente, aparte de tener el balón como lo teníamos tenemos que ser un bloque defensivo. Hemos trabajado muchísimo, hemos estado muy intensos todos, robábamos y salíamos como aviones, que es otro de los puntos fuertes que tenemos», analizó el zaguero.
Para Deivid, este triunfo es algo que el equipo merecía y que se contrapone con la injusticia que es, a su juicio, el haber estado «tan abajo». «Nos merecíamos un premio mayor. No nos da para alcanzar el play-off, pero sí para meternos de nuevo en la pelea. Ahora, a descansar, a casa, a la playa, a desconectar con la familia y a volver el día veintisiete a tope», arguyó.
Para concluir, reconoció que no cree que les venga mal el parón, pese a las dos victorias consecutivas, bajo el argumento de que «la Segunda es una liga muy competitiva» y «cargar pilas» pasando estos días con sus familias les vendrá bien de cara «a volver a full para ir a un campo complicado como el de Osasuna», misma línea en la que se manifestó Borja.
El mediocentro destacó que «no es fácil ganar dos partidos en casa cuando un equipo está en una mala racha», algo que sin embargo hicieron los blanquivioletas para demostrar a la afición «que puede volver a confiar en el equipo», el «objetivo» que se habían planteado para los dos duelos que cerraban 2017. Para ello contaron con el viento a favor de ponerse con dos a cero «muy pronto», de hacer el tercero a la contra y de que por más que los maños tenían el balón no parecían sufrir.
Sin embargo, dos acciones puntuales les sirvieron para acortar distancias, y aunque no tuvieron miedo, era conscientes de que se podía repetir lo que ya sucedió ante el Numancia, aunque también que habría sido «un desastre», por lo que se conjuraron y supieron sufrir. «Muchas veces una mínima cosita cambia un desastre por una cosa muy buena», agregó el gallego.
Como Deivid, solo piensa en «disfrutar de las vacaciones y volver con muchas ganas» sabiendo que, debido al mal momento reciente, podrían «haber sacado menos puntos» de los seis obtenidos. Ese descanso le vendrá bien, como a todos, a pesar de la mejoría que parece haber experimentado en los últimos partidos. «Me encuentro muy bien. Soy un jugador de recorrido y cuando el equipo está bien se nota más; cuando todos estamos bien destacamos más individualmente», confirmó, para concluir.