El Real Valladolid de División de Honor sumó su sexta victoria seguida en casa y se coloca a un punto del cuarto

El Real Valladolid de División de Honor continúa con su buena racha, solamente interrumpida por la derrota a domicilio contra el Real Madrid, y se encuentra ya a tan solo un punto de la cuarta posición. Así es después de que remontase para ganar a la UD Santa Marta, rival que puede presumir de ser el único que se ha ido por delante al descanso en toda la temporada en Los Anexos, y que sin embargo cayó ante un conjunto, el de Víctor Fernández, que volvió a demostrar una buena imagen.
Al Divi le costó un poco más de la cuenta que otras veces llevar su superioridad al marcador, aunque no así al juego, dado que llevó a término su fútbol habitual desde los primeros compases. De este modo, con el marcado carácter asociativo que le caracteriza, desde el principio fue dueño del balón, que tocaba y tocaba de lado a lado en busca de un espacio por el que resquebrajar la bien plantada defensa tormesina. A pesar de esta, ya en el arranque dispuso de varias ocasiones que podrían haber puesto las cosas de cara antes; sin embargo, Enrique evitó el gol varias veces, las más claras, en sendos disparos de Adrián Herrera y de Dali con claro marchamo de gol.
El cuero circulaba de jugador blanquivioleta a jugador blanquivioleta mientras los encarnados esperaban cerca de su área una vez la presión inicial sobre la salida desde atrás era superada. El Santa Marta disfrutó poco del balón hasta el cero a uno, que llegaría en una acción potente precedida de un error local; uno de los pocos que se dieron en fase de creación. Morante salió desde atrás con potencia y condujo hasta cerca de los tres cuartos de campo, desde donde envió el cuero hacia el área, a donde había llegado Visus, su lateral derecho. Este disparó pero se encontró con la buena respuesta de David, que, vencido, nada pudo hacer para evitar que Aarón marcara.
Desde entonces y hasta el descanso faltó claridad, cosa que sí había habido antes, cuando los blanquivioletas habían practicado un buen juego al que, por otra parte, tiene acostumbrados a los habituales en sus partidos. Solo la imposibilidad de marcar hacía torcer un poco el gesto, aunque fuera porque el resultado era desfavorable. La sorpresa lo era por el resultado más que por las sensaciones, dado que el Divi era el de siempre, aquel que tantas cosas hace y tantas bien y en campo rival.
Cualquier posible atisbo de duda fue despejado tras la entrada de David Sanz por Raúl, que mejoró la circulación atascada de los últimos minutos del primer tiempo. Y, desde el comienzo del segundo, la cosa volvió a estar clara: el balón era blanquivioleta y las aproximaciones también. En una que terminó en un saque de esquina llegaría el empate, por mediación de Víctor, que obró una genialidad.
El punta canario se sacó de la chistera un centro que no fue tal; pareció –y desde luego, fue– un remate desde el banderín de córner al palo contrario convertido en un gol olímpico que no dio imagen de ser casual: la rosquita se fue metiendo poco a poco y cayó como cerca de la escuadra haciendo inútil la estirada de Enrique, que en ningún caso podría haber salvado el tanto.
A aquella le sucedió otra obra de arte que sería definitiva, después de interceptar el esférico cuando el Santa Marta salía por dentro. Él se lo guisó y él se lo comió: salió veloz, acompañado por Adrián Herrera, que dividió inteligente a la defensa, y, antes de entrar en el área, se sacó un bonito remate a caballo entre la vaselina y un golpeo como ese que se da en la espalda del amigo al que se abraza o de aquel a quien se abofetea amistoso.
Con anterioridad Nieto había podido marcar en un centro pasado que se envenenó y Adrián Herrera tuvo otra oportunidad que desbarataron entre Enrique, en primera instancia, y Visus después de su rechazo. El ‘nueve’ no faltaría tampoco a su cita con el gol y cuatro minutos después de que Víctor obrara la remontada sentenció al cazar dentro del área un envío desde la esquina que le permite igualar a su compañero en la carrera por ser el máximo goleador: con estos, ambos llevan dieciséis y están a dos del colchonero Giovanni.
La concentración que se entremezcló con la alegría de la remontada dio paso al festejo una vez culminada esta, escuchado el silbatazo final, porque el triunfo supone el sexto consecutivo como local y acerca a la cuarta posición, que ahora se encuentra a un punto y en manos del Getafe. Y además, se da en unas circunstancias un tanto complicadas por el hecho de verse en desventaja, algo a lo que el Divi no está acostumbrado. Y no es que le siente bien, pues a nadie lo hace, pero hasta remontar sabe.
Lo siguiente es volver a ganar fuera de casa, donde ha merecido correr mejor suerte. Y para hacerlo, seguramente no haya escenario mejor que el campo del Rayo Majadahonda, sexto y a un punto, a quien se enfrenta el próximo sábado. Justo antes de recibir precisamente al Getafe. Serán los dos siguientes, por tanto, dos envites que marcarán el devenir clasificatorio del curso. El del fútbol ya está marcado. Y es bueno.
Real Valladolid: David; Arnáiz; Óscar, Sali, Nieto; Álvarez, Pablo Orea, Raúl, Dali; Víctor (Alberto Marí, min. 82) y Adrián Herrera (Álex Pérez, min. 92).
UD Santa Marta: Enrique; Visus, Yago, Morante, Miguel; Aitor, Gonzalo (Mongil, min. 34); Alonso (Dani Blanco, min. 79), Chopi, Raúl; y Aarón.
Goles: 0-1, min. 31: Aarón. 1-1, min. 51: Víctor: 2-1, min. 74: Víctor. 3-1, min. 78: Adrián.
Árbitro: Carlos Cañibano Arias, asistido en las bandas por Esther Martín Alonso e Ismael Alba Gallego. Amonestó al local Óscar y a los visitantes Alonso y Visus.
Incidencias: Partido disputado en los Campos Anexos al Nuevo José Zorrilla, correspondiente a la vigésima jornada del Grupo V de la División de Honor. Más cien espectadores.