Una excepcional primera mitad no fue suficiente para volver a ganar otro año en campo de un Tacón que atestó dos zarpazos ‘dobles’ con el marcador igualado

Foto: Juan Díez
Alguno todavía sigue pensando que ganar en Las Cárcavas el pasado año fue un milagro. Con un gol al final. Una gesta que se vive una vez en la vida. Puede ser. Todo depende del color del cristal con que se mire. Pero lo que ya sería más desacertado sería insinuar que ganar este domingo habría sido otro acto de fe.
Porque el Parquesol mereció repetir la gesta, el milagro, o como se le quiera llamar a lo que se vio en Madrid. Ganar se antojaba un premio mayor, pero puntuar fue cuando menos merecido tras plantar, igualar y por momentos superar, en fútbol y en intensidad, al máximo aspirante al play-off.
Sin quitar méritos al Tacón, que hizo un partidazo, en su línea, y que le valió para retomar el liderato que había perdido el pasado domingo. Ayudado por un inicio que ya les puso de cara la victoria. Y sobre todo, avalado por una frase que define muy bien este deporte y que se demostró una vez más esta tarde: el fútbol es un estado de ánimo.
Pasaron de ponerse por delante a tener que levantar una losa de dos goles en contra. Todo ello en un suspiro. Paulita pudo adelantar a los cinco minutos al Parquesol, pero erró en un mano a mano. Y ante estos equipos fallar cuesta muy caro. Y las de Daniel Clara tardaron poco en comprobarlo.
Lucía no paró el penalti que ella misma provocó y que transformó Navarro, sumando el primero de los tres goles que firmó esta domingo. A renglón seguido, Badell marcó el segundo, en unos minutos de asedio total del Tacón, que olió sangre y se aprovechó de un Parquesol herido, tumultuoso, pese a que había arrancado fuerte, para encarrilar un convite que, a partir de ahí, cambió de rumbo.
Doblete –insuficiente– de Ali para festejar su cumpleaños
No quedaba otra que remontar, o al menos meter miedo a un Tacón que en esos momentos parecía formar una panoplia indestructible, sin fisuras. Pero las tenía, y Ali, después de una jornada donde las ocasiones no entraron, quería evidenciar que para ella sus cumpleaños son sagrados, y que para protagonista, ella.
En una jugada que empezó atrás, las naranjas se plantaron con tres pases rápidos en el área donde la nueve descorchó el champán y recortó distancias. Había motivos para creer en una remontada no por el gol, sino por la seriedad que, tanto con balón como sin él, mostraban las vallisoletanas. Capaces de hilvanar jugadas como en sus mejores partidos, impulsadas por Charle y su deliciosa visión de juego una vez más, y la velocidad de Paulita por la derecha, que de nuevo se desfogó.
A punto estuvo Nata de marcar otro antes del descanso, sin duda el chicharro de la jornada. Otra vez con una combinación sublime, que prosiguió con un pase a la medialuna del área, pero que Yohanna desvió a córner. De entrar, Nata habría puesto la merecida rúbrica a otra primera parte sobresaliente, donde cada vez que entraba abajo al balón con una de sus segadas provocaba un «uff» de esos que mezcla el «se habrá hecho daño» con el «qué bemoles tiene».
Pero el día era de Ali. Suyo fue también el segundo, para alegría de sus compañeras que por dentro se sorprendían, y se regocijaban de que a la ariete se le hubiera ocurrido una forma tan original y productiva de celebrar un cumpleaños. Mucho mejor –y más saludable– que una barra libre en Kuikas, que es lo que seguramente hubiera sucedido de no haberse aplazado este encuentro a este domingo.
Sin embargo, como en todas las fiestas, siempre hay alguien con papel de aguafiestas. Ese era el Tacón, que metió la directa y volvió a ponerse por delante seis minutos más tarde, y marcó el cuarto en la jugada posterior. El sueño naranja de repetir la hazaña se empezaba a difuminar en una tarde ya anochecida donde la calidad de las madrileñas salió a relucir. Hasta el punto de que ya con el tiempo cumplido llegó el quinto que, eso sí, no empañó otra notable actuación de Lucía.
Un resultado abultado, que conlleva otras muchas malas noticias: las naranjas continúan quintas, sigue encajando a balón parado y le cuesta reaccionar a los tantos que recibe. Pero de nuevo volvió a demostrar que compite con cualquiera, de tú a tú, y con la plena de confianza de que creer es poder, sea quien sea el rival. Pero la realidad es incuestionable, y el Parquesol debe volver a la senda de la victoria frente al tocado Zamora, y sobre todo, afrontar que no todos los días Ali cumple años.
Tacón: Yohana; Mery, Lucía Rodríguez, Esther, Samara; Suárez, Lola (Prieto, min. 70), Malena, Morales (Carvallo, min. 56); Badell y Navarro.
Parquesol: Lucía; Judy (Pau, min. 88), Noelia, Rivas, Crispi; Nata, Barbi, Alexia (Sandra, min. 67), Paulita (Kela, min. 85); Charle y Ali.
Goles: 1-0, min. 10: Navarro. 2-0, min. 16: Badell. 2-1, min. 20: Ali. 2-2, min. 51: Ali. 3-2, min. 58: Navarro. 4-2, min. 65: Badell. 5-2, min. 89: Navarro.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 14 del Grupo V de la Segunda División Femenina, aplazado. Jugado en Las Cárcavas, ante alrededor de 200 espectadores.