El pequeño guerrero africano vuelve a salir tal y como lo hiciera en el pasado mercado invernal después de perder protagonismo en las últimas jornadas

Iban Salvador se ha reencontrado con su yo del pasado en este mes de enero. Como el pasado, se marcha con dirección a la Cultural Leonesa, donde compartirá vestuario con Ángel y Sergio Marcos. Lo hace después de haber ido perdiendo el protagonismo que tuvo a principios de temporada, menor, eso sí, del que gozó con Paco Herrera.
El déjà vu es más doloroso en esta ocasión porque en los inicios del curso sí dio sensación de estar más hecho, una que no se vio en el pasado. Si bien nunca abandonó su carácter guerrero, aquel que le metía en problemas más de una vez, más bien los generaba al rival, que llegó a ver como hizo tres goles, más que en toda la pasada campaña.
Así, estuvo cerca de triplicar su participación, después de que en verano se hablara de una posible salida como la que ahora se ha dado. Entonces Luis César confió en él, lo que le hizo desoír los cantos de sirena, por más que en verano le cayese alguna reprimenda por su exceso de revoluciones incluso de manera pública en rueda de prensa.
Titular de forma consecutiva en las ocho primeras jornadas, exactamente hasta que cumplió ciclo, ofreció en ese tiempo su mejor nivel, siendo importante en el buen arranque y ofreciendo grandes actuaciones como la primera mitad del encuentro contra el Granada, en el que no marcó, pero sí brilló y mostró un gran entendimiento con Mata. Cuando volvió, no volvió a ser el mismo; fue como si aquella ausencia le hubiese frenado.
Hasta la confirmación de su salida solo volvió a jugar un partido completo y en alguno se quedó sin jugar, como los dos últimos, pocos, si bien es cierto que en los tres anteriores entró solo al final. Ante la pérdida evidente de protagonismo, no tardó en hablarse de una salida. Cuya motivación dio horas antes de su firma por la Cultural el propio Luis César. Las bajas de Mata y Villalibre poco importan: salió sin necesidad de ser convocado por el Tenerife.
Así la explicó el técnico: «Lo han quitado otros jugadores; capto en ellos que me pueden ayudar más que él. Así como al principio yo pensaba que tenía que estar en el once sí o sí, poco a poco he ido cambiando de opinión. Supongo que será culpa mía, culpa de él y culpa de los jugadores que actúan en su posición. Hay tres variables que han llevado a que cuente poco con Iban Salvador». Ya nada.
Pese a la desaparición de las últimas convocatorias y la posterior baja, esta supone la del décimo jugador en participación en liga –dispuso de 1.086 minutos– y del tercer goleador, detrás de Jaime Mata y Míchel, quien, casualmente, podría salir también antes de que cierre el mercado. Los números no le han servido para aprobar la evaluación, parafraseando al entrenador: tendrá que ganarse más minutos fuera y de cara al futuro, como ya hizo hace un año, siempre y cuando la ‘Cultu’ no ejerza la opción de compra que tiene sobre él.