El Real Valladolid visita este viernes a un Granada que pasa por ser el segundo mejor local de la categoría y que solamente ha perdido una vez en su campo esta temporada

El Real Valladolid tendrá este viernes una auténtica prueba de fuego para refrendar su buena racha. Los blanquivioletas han logrado diez de los doce últimos puntos posibles, dejando, además, tres veces su portería a cero. Será en Granada, en el Nuevo Los Cármenes, estadio que comienza a convertirse en un fortín, pues los andaluces son el segundo mejor local de la categoría después del todopoderoso Huesca, equipo que, por cierto, se dejó puntos en su visita al feudo granadino.
Los pupilos de Luis César tienen delante un difícil obstáculo. El conjunto rojiblanco encadena cinco victorias consecutivas ante su gente y solo el Sevilla Atlético ha conseguido salir del campo nazarí con los tres puntos bajo el brazo. En la cancha andaluza han caído rivales de categoría, véase Lúgo, Oviedo, Sporting de Gijón, Tenerife o el anteriormente citado líder del torneo liguero, el Huesca.
Así las cosas, el balance en sus doce partidos como locales es de nueve victorias, dos empates y una derrota. Dicha estadística, la misma del Oviedo de Anquela, solo la supera el a día de hoy primer clasificado, el cuadro oscense, que también ha hecho de El Alcoraz una fortaleza inexpugnable.
Los otros dos equipos que igualmente registran datos encomiables al jugar en su césped son el Numancia y el propio Real Valladolid. Los dos suman, como locales, las mismas victorias que el Granada, pero registran más derrotas: dos los sorianos y tres los vallisoletanos.
El Granada, un recién descendido que busca regresar cuanto antes a la Primera División, se sitúa actualmente en la séptima posición. Los de Oltra lograron llegar hasta los 40 puntos la pasada jornada y se sitúan a una sola unidad de los puestos de play-off. Pisándoles los talones se encuentra el Real Valladolid, que tras su ajustada victoria en el derbi ante la Cultural Leonesa, consiguió el objetivo semanal marcado por su técnico.
Aunque en Zorrilla prefiere no hablarse de «buena racha», sino de «partido a partido», el ambiente que se respira en la ciudad del Pisuerga es de optimismo y confianza. El pasado sábado los culturalistas afearon, con dos goles, el cómputo de goles encajados en la segunda vuelta. No obstante, el cambio de formación parece estar dando soluciones al que está siendo el gran problema del Pucela en la presente temporada: la fragilidad defensiva.
El próximo rival pondrá a prueba la verdadera solidez del planteamiento. Y es que no ha habido un partido en los Cármenes en los que la portería haya quedado sin estrenarse. Jugar allí es sinónimo de goles. De hecho, el Granada parece afinar la puntería cuando juega en su tierra y en su coliseo ha anotado veinticinco tantos, más del doble que cuando se enfunda la camiseta visitante. Únicamente el Pucela, con treinta dianas, supera a su rival en este registro.
Dificultad añadida para los pucelanos si se observa su poca efectividad a domicilio. Sus dos únicos triunfos lejos de Zorrilla cuestionan el éxito de asaltar el fuerte contrario. Como elementos clave se servirán de los refuerzos invernales y las buenas sensaciones plasmadas por Ontiveros, así como del gran estado de forma de Mata, pichichi de la competición y que se verá las caras con el máximo anotador de la Liga 1|2|3 en el curso 2016/17: el delantero Joselu, la anterior campaña jugador del CD Lugo.
Durante la semana se viene alimentando el choque y en la cuenta de Twitter se ha utilizado el hashtag #ConquistarGranada para introducir las diferentes informaciones que atañen al equipo. Luis César ya ha advertido de la importancia del enfrentamiento, así como de su dificultad. Sus pupilos tendrán tiempo para entrenarse en zona enemiga este jueves por la tarde antes de probar suerte en esa misión de conquista.
Con un ambiente aún más épico por el gran temporal de nieve que afecta a numerosos territorios en la península, el Real Valladolid espera salir victorioso de un lugar al que muchos viajaron con aspiraciones de gloria y, al menos este año, la mayoría se quedaron en el intento.