El conjunto de Rubi, que ostenta el liderato desde la jornada 14, encadena diez jornadas sin perder, en las que solo ha cedido cuatro puntos

El Real Valladolid se enfrenta este viernes a un rival que, numéricamente, es de los que asusta: el Huesca. Los pupilos de Rubi llegan al José Zorrilla en un estado de forma inmejorable, pues no conocen la derrota desde la jornada 16, cuando cayeron en el Nuevo Los Cármenes ante el Granada (2-0).
Diez jornadas imbatidos que, no obstante, no son el único motivo en el que se sustenta el liderato oscense, pues ocupan la primera plaza de la tabla desde la jornada 14. En ese lapso de tiempo en el que ha estado sin perder, el Huesca ha cosechado ocho victorias y dos empates, sumando veintiséis de los treinta puntos en juego.
Vistas las estadísticas, es inevitable comparar la trayectoria de los de Rubi con la de los equipos que, a esta misma altura pero en temporadas anteriores, comandaban la clasificación. En la 2016/17, el Levante llegó a la jornada 27 con una racha de tres victorias consecutivas, aunque totalmente asentado en la primera plaza, que ocupó de manera interrumpida desde la cuatro hasta final de curso.
Si bien es cierto que los valencianos ganan por goleada en cuanto a solidez y tiempo en el liderazgo, el Huesca le gana la partida en lo que a derrotas se refiere. Los de Rubi solo han besado la lona en tres partidos hasta la fecha, mientras que los de Muñiz habían perdido cuatro encuentros hasta esa jornada 26.
Peor número (seis derrotas) presentaba el Alavés, líder en la 2015/16 y que a la postre terminó siendo campeón pese a un Leganés que le pisó los talones durante el tramo final del curso. A esa jornada 27 llegaron los de Bordalás encadenando cinco encuentros sin perder, traducidos en dos victorias y tres empates, Finalmente, los vascos consiguieron el ascenso como primeros de la categoría con tan solo un punto más que los madrileños.
Teniendo en cuenta estos precedentes, el Huesca va por el mismo camino que los anteriores campeones de Segunda División y, pese a que su perseguidor, el Cádiz, está a una distancia considerable (ocho puntos), no debe relajarse si el año que viene quiere disputar la que, hipotéticamente, sería su primera temporada en la élite del fútbol español.
Relajación que sí tuvo Las Palmas en la temporada 2014/15. A pesar de llegar líder a la jornada 26 y solo haber perdido tres encuentros hasta esa jornada 26, en la 29 cedió la primera plaza y nunca llegó a recuperarla. Finalmente, los de Paco Herrera encontraron acomodo en la cuarta plaza y, play-off mediante, consiguieron el ascenso; mal que el Huesca, en el supuesto de que le sucediera lo mismo, podría interpretar como menor.