El técnico del Real Valladolid, no obstante, se mostró muy «disgustado» por la segunda parte de los suyos y considera que el penalti a favor de la SD Huesca es «imposible» que lo vea el árbitro

El Real Valladolid ganó a la SD Huesca con sangre, sudor y lágrimas. Del 2-0 de la primera parte al 2-2 en la segunda. Pero Óscar Plano solucionó el desaguisado con un golazo. Aún así, y con los tres puntos ya en el casillero, Luis César hizo autocrítica de lo visto sobre el césped de Zorrilla. «Todo lo bueno que hemos hecho en la primera parte no lo hemos sabido hacer en la segunda y se nos ha complicado de mala manera», explicó.
Pero esta vez sí, el Pucela no falló y dio un golpe encima de la mesa en «los últimos minutos». «Estoy disgustado con la segunda parte, tendré que revisarlo, aunque sea ante un equipo que es líder, que va sin miedo. Tendremos que rectificar cosas porque no podemos tirar por la borda las cosas buenas de la primera mitad», apuntó. Pese a reconocer los errores, Luis César fue claro: «La victoria es justa, por mucho que hayamos empezado mal la segunda parte».
Quizá ese bajón importante del equipo se debió al «cansancio» de parte de los futbolistas, de ahí que tuviera pensado meter a dos jugadores de refresco, que justo coincidió con el primer gol visitante. «Entramos mal, la gente estaba cansada, no estaban bien», lamentó. A su vez, Luis César explicó que quitó a Borja por haber visto «la tarjeta amarilla».
Consciente de que los suyos no cuajaron un buen partido a nivel global, quiso dar el mérito que tiene tanto a su equipo como al que tenía enfrente, todo un líder de Segunda División que buscaba su sexta victoria consecutiva. «Ellos son buenos también, tienen grandes virtudes, les metimos tres e igual les podíamos haber marcado otros más, como ellos. Ha sido un partido disputado, en el que fuimos mejores contra once y contra diez fuimos peores», subrayó.
Un capítulo aparte merece el segundo gol oscense, que tiene origen en la mano de Kiko Olivas dentro del área y, por ende, fue penalti. Luis César pone en duda que el árbitro lo haya podido ver con total claridad y apunta a que si lo indicó fue por la superioridad numérica del Real Valladolid. «Es imposible que el árbitro lo vea, pero lo intuyó, hay veces que los árbitros pitan así. Si ellos no están con diez a lo mejor no la pitan. Es una jugada complicada para ver, es imposible que vea la mano derecha sobre el balón», analizó. Y lo definió como «cosas que pasan en el fútbol», al igual que el primer gol azulgrana.
Con 42 puntos en el casillero, Luis César ya solo piensa en el choque del Nuevo Arcángel. «El domingo que tenemos una batalla dura ante un rival que se juega la vida», arguyó. Afrontar el partido ante el Córdoba con una u otra mentalidad dependerá, en parte, de lo que hagan el resto de rivales directos este fin de semana. De momento, solo cabe esperar para entrar en «el pelotón de arriba» y poder estar a tope «los diez últimos encuentros» que es donde se decide todo.
Para que ocurra eso, es obligatorio que los blanquivioletas mejoren «la primera vuelta», primero manteniendo la dinámica en Zorrilla y segundo, «ganar más fuera de casa». Con el objetivo de que sucedan ambas cosas, es obligatorio no repetir los errores de este viernes y Luis César, junto con todo su equipo, «revisarán» la segunda parte para encontrar cada fallo.