El Atlético Tordesillas encara el tramo final de temporada habiendo igualado ya su puntuación de toda la primera vuelta, como el segundo mejor equipo de la segunda y metido de lleno en la pelea por el play-off

Lo que está haciendo el Atlético Tordesillas es algo histórico. La afirmación, que puede sonar a exabrupto, es tan exacta como que nunca a estas alturas de la temporada había sumado tanto. Así, los 56 que tiene son su mejor marca de siempre en Tercera tras la disputa de treinta jornadas, pero, además, ha igualado en once partidos los puntos que logró en toda la primera vuelta, veintiocho, lo que refuerza el relato de lo sobrenatural. Es, a día de hoy, y pase lo que pase este fin de semana, el segundo mejor equipo de la segunda mitad del campeonato, haga lo que haga el Cristo Atlético en el envite de este sábado contra La Bañeza, que se antoja importantísimo en la pelea por la promoción de ascenso a la Segunda División B, en la que el Torde también anda metido.
Y lo está por méritos propios. Unos que, además, han ido creciendo, dado que si bien en la primera parte de curso ya dejaba unas sensaciones buenas, que invitaban al optimismo, durante la segunda está asombrando. En estas once fechas solo ha tenido un accidente, en Almazán, donde cayó por dos goles a cero. En las diez restantes ha sumado nueve victorias (dos más que en las diecinueve anteriores) y un único empate, en casa contra La Virgen del Camino, contra quien merecieron más.
Pero aún hay más cosas que contar. Como que por el camino se ha impuesto a tres rivales directos y uno que aún ansía serlo. Comenzó 2018 venciendo en La Balastera a un Cristo Atlético que desde entonces cuenta sus partidos por victorias (hasta diez, que le han aupado a la tercera posición). Todavía en enero, hizo historia al convertirse en el primer equipo que ganó a Unionistas en Las Pistas del Helmántico y se impuso a la Arandina, tercer mejor conjunto de la segunda vuelta con tres puntos menos que los rojiblancos. Y el pasado fin de semana se llevó por delante a La Bañeza en su propia casa.
Por si esto fuera poco, ha mejorado en las áreas, sobre todo en la defensa de la propia, dado que su puerta ha sido superada nada más que cuatro veces, dos por parte del Almazán, una del Cristo y otra de Unionistas, lo que convierte el suyo en el mejor registro en lo que va de año, por encima de los cinco goles encajados por Unionistas y los seis recibidos por el Atlético Astorga. Lo hace, además, concediendo oportunidades a sus dos porteros, Sergio y Iago, que están respondiendo a la confianza de técnico con grandes actuaciones, igual que una defensa liderada desde este mismo curso por Viti, hasta hace no tanto centrocampista.
En el apartado goleador se mantiene en un promedio de 1’7 tantos por partido, pero ha mejorado su averaje de un +5 a un +20, mejorado por sus rivales por el play-off, pero que no obsta para que pueda seguir luchando por este. Al final, lo principal son los puntos, y en estas fechas ha sumado nueve más que el Salmantino, que se encuentra a uno solo en la tabla, siete más que La Bañeza (que tiene un partido menos) o tres más que la Arandina, quien persigue a estos y al Cristo Atlético buscando la machada.
Y lo que le queda no es moco de pavo. Son ocho partidos que se podrían tildar prácticamente de finales, de las cuales cuatro serán en Las Salinas y las cuatro restantes lejos de casa. Así, por la Villa del Tratado tienen que pasar todavía el Uxama, el Burgos Promesas, el Real Ávila y el Bupolsa, y las salidas, todas ellas complicadas, serán para visitar al Salmantino, al Numancia B, al Atlético Astorga y al Zamora.
Aunque esto no quita el sueño al Tordesillas, que ya ha derribado muros y alcanzado altas cotas. Dejarse llevar o renunciar a continuar creciendo terminando la temporada en play-off no es a día de hoy una opción. Este fin de semana, contra el Uxama, de nuevo los rojiblancos querrán, con el apoyo de su gente, ganar para mirar arriba. Que así sea, y por mucho tiempo.