El Real Valladolid B sumó un empate de mucho mérito en el Fernando Torres contra un rival durísimo, que lo intentó hasta el final, como el filial, que tuvo opciones de ganar hasta la última acción del partido

Foto: Rosa M. Martín
El Real Valladolid B sigue en racha después de sumar un empate de mucho mérito frente al CF Fuenlabrada, un rival durísimo a pesar de las nueve jornadas que acumula sin ganar, y que quiso ganar desde el primer minuto hasta el último. Sin embargo, se encontró con un filial bien pertrechado delante de su portería, pero que no renunció al ataque a pesar de jugar hundido muchos minutos. Dispuso, de hecho, de la última ocasión para desequilibrar la balanza en la última acción del partido.
El buen hacer defensivo del Promesas comenzó por Dennis, muy atento durante todo el encuentro, y que hizo un paradón a los once minutos a disparo de Dioni, que remató un centro de Quero en una de las pocas veces en las que el habilidoso y veterano extremo pudo con Apa. La respuesta fue del propio lateral palentino, que salió galopando desde atrás hasta poner un magnífico servicio que Becerra impulsó de un buen testarazo, pero Pol Freixenet despejó a córner.
Este intercambio de golpes parecía abrir el choque, pero no encontró continuidad. El Fuenlabrada empezó a hacerse con el dominio casi en exclusividad del cuero, gracias a que Marcos Gullón, que debutaba, se creció en todas las facetas del juego. Incisivo a la hora de abortar el del filial, se mostró preciso en la creación. Él solito dominó el centro del campo y monopolizó la pelota para sí mientras sus compañeros buscaban resquicios en el fajador once rival, que se hundía cada vez más sin que ello supusiera, sin embargo, una renuncia al ataque. Simplemente fue inteligente.
Como lo fue Samanes recién superada la media hora para enviar un pase profundo hacia la diagonal de Mayoral. El abulense, que jugó muchos minutos centrado y con ese mismo correr del reloj dejó a Javi Pérez las labores de repliegue y apoyo a Apa en la derecha, disparó a la cepa del poste en otra clara ocasión de los de Miguel Rivera. El Fuenla, por su parte, con balón no terminaba de estar cómodo, aunque lo tuviera mucho. Prueba de ello es que, dejando al margen el tiro antes relatado, lo único que pudo hacer fue ver cómo ‘El Cata’ Díaz pegaba desde muy lejos un zurriagazo fuera y cómo Dioni tenía que salir siempre de la zona de influencia del nueve para intentar generar peligro. Y lo hacía, salvo por un detalle: no podía dar el último pase y, a la vez, rematarlo.
Este dominio del cuero continuó existiendo durante el segundo periodo, y en tanto en cuanto era suyo, los fuenlabreños podían pensar que estaban más cerca de alojarlo en la red del rival. Randy, un incordio para Moi mientras estuvo en el campo, se marchó por la banda izquierda –por donde mejor llegó el Fuenla–, pero Dennis detuvo abajo su centro antes de que llegara a Dioni, que estaba presto y dispuesto a empujar en el corazón del área. Acto seguido, Mayoral condujo una contra y se la dio a Javi Pérez, que envió una rosca que se paseó por delante de Pol Freixenet sin que nadie lo tocara.
Algo semejante sucedió luego en un centro de Samanes desde el otro costado, en una falta que invitaba a ser lanzada directamente pero que botó con inteligencia al área. Antes, los de Calderón habían dado un susto. Marcos Gullón disparó y la jugada quedó embarullada, con varios rechazos. Juanma disparó a puerta y Apa, debajo de los palos, evitó su gol. Terminaría siendo la oportunidad más clara de los noventa y tantos minutos, aunque Dioni nunca cejó en el empeño de intentar descerrajar la portería de Dennis y más tarde, tras dos buenos recortes dentro del área, se encontró con el cuerpo de Velásquez al disparar.
Esa fue la tónica habitual que se encontraron los locales en sus intentos por romper su mala racha, que alcanza los nueve partidos sin ganar. Seguramente su sensación sea que hicieron méritos suficientes como para conseguirlo, aunque el Promesas no mereció perder. El hecho es que ambos equipos se hicieron acreedores, como mínimo, de lo que consiguieron, porque sí, puede que el Real Valladolid B tuviera poco el balón, pero cuando lo tuvo siempre supo qué hacer con él.
Lo que no pudo fue convertir una de sus ocasiones en gol. Tampoco las dos últimas, ya en el tiempo añadido. En una falta lateral, la pelota fue a parar a los pies de Velásquez, pero el rechazo le llegó en unas condiciones tan complicadas que no fue capaz de rematar como debía. Y en la última, Antonio Domínguez la recogió en el sector izquierdo del área y disparó con violencia, pero con la misma fuerza Pol Freixenet salvó a su equipo despejando a córner, uno que de nada sirvió, pues no hubo tiempo para más.
La victoria habría sido el no va más después de un partido inteligente, laborioso, incluso en un punto sufrido. Y eso justo es lo que obtuvo como recompensa el Real Valladolid Promesas, un punto que sabe a gloria bendita, ya que aumenta a dos la ventaja con el Toledo, su principal perseguidor, aunque es la misma con el Pontevedra, en descenso, que goleó al Talavera. Aunque no es amigo Miguel Rivera de mirar a otros, y bien hace, visto lo visto: con este compromiso, los resultados seguirán llegando.
Por lo pronto, la racha se amplía a diez partidos sin perder y cinco sin encajar gol. El siguiente rival será el Guijuelo, que visita Los Anexos el sábado a las 17:00 horas después de caer en casa contra el Navalcarnero. Las tres solitarias unidades en que aventaja al filial le convierten en un rival directo a falta de seis jornadas para el final. Más si los blanquivioletas consiguen ante ellos continuar con su ritmo reciente.
CF Fuenlabrada: Pol Freixenet; Dani Fernández, Cata Díaz, Juanma, Fran García; Marcos Gullón, Andy (Arruabarrena, min. 71); Caballero, Cristóbal (Vicente, min. 78), Quero; y Dioni.
Real Valladolid Promesas: Dennis; Apa, Raúl Navarro, Velásquez, Moi; Miguel Marí, Antonio Domínguez; Mayoral (Luis Suárez, min. 83), Javi Pérez, Samanes (Corral, min. 88); y Becerra (Alvarado, min. 69).
Árbitro: Sergio del Río Lozano, auxiliado en las bandas por Alberto Gómez-Landero Osorio y Pablo González Umbert, del colegio extremeño. Amonestó a los locales Arruabarrena y Juanma y a los visitantes Alvarado, Velásquez, Mayoral y Becerra.
Incidencias: Trigésima segunda jornada del Grupo I de la Segunda División B. Encuentro disputado en el Fernando Torres de Fuenlabrada.