El Real Valladolid aún tiene que viajar a campos de rivales directos como Numancia, Oviedo o Zaragoza, mientras que recibirá a conjuntos como Sporting o Cádiz, que se jugarán el ascenso directo
Nadie dijo que fuera a ser fácil. El camino hacia el éxito es empinado y no exento de dificultades. Para predicar con el ejemplo está el Real Valladolid, que ve en el horizonte un final de temporada muy complicado, al menos si uno se fija en los números de los rivales a los que se va a enfrentar, pero con la esperanza de que el play-off ya está más cerca que nunca.
Son nueve jornadas las restantes para terminar la fase regular, y cuatro de ellas las tendrán que disputar en Zorrilla, campo donde el conjunto blanquivioleta ha sacado el 75% de los puntos. Deberá seguir mostrando su fiabilidad porque allí recibirá a los dos rivales posiblemente más complejos –al menos así lo dicta la clasificación–.

En primera instancia, el Sporting, que en estos momentos es líder, aunque dentro de quince días la situación podría haber cambiado. Lo que está claro es que, al menos de momento, no se le considera rival directo ya que los de Luis César no luchan por el ascenso directo. Lo mismo pasa con el Cádiz, que es cuarto –saca cinco puntos al Pucela– y que visitará Zorrilla dos semanas más tarde.
Aunque al ritmo que va la segunda vuelta, en la que cada jornada se suman más equipos a esta pugna por los puestos altos de la tabla, ambos podrían convertirse en rivales directos, ya sea por demérito de ellos o porque el Real Valladolid encadene tres triunfos seguidos y se convierta en firme candidato para el ascenso directo.
Para ello tendrá que ganar a los de arriba, pero también a los de abajo. El Albacete se presenta como el contrincante más asequible como local ya que seguramente cuando reciban su visita, los castellano-manchegos ya estén salvados. Y en la última jornada vendrá a Valladolid el Osasuna, el que se presume será un duelo de poder a poder por una plaza en el play-off si todo sigue como hasta ahora.
Los pucelanos no superaron a ninguno de estos equipos en su casa, por lo que están obligados a vencer si quieren ganar el golaveraje –en especial, a sus rivales por un puesto en el play-off. Perdieron frente a Cádiz y Osasuna, mientras que en el Molinón lograron rascar un empate.
Tres rivales directos a domicilio
Pero donde realmente se jugará las perras el Real Valladolid será lejos de su estadio. Eso ya le cuesta de por sí, pero la dificultad será ahora aún mayor. De los cinco partidos que restan a domicilio, tres serán duelos directos por un puesto en la promoción: Oviedo –jornada 36–, Numancia –jornada 38– y Zaragoza –jornada 40–.

En la primera vuelta, el Pucela salió victorioso de los choques ante Zaragoza y Oviedo, por lo que un empate en su feudo podría valer para el gol-average. Sin embargo, contra los sorianos perdió en Zorrilla por la mínima. Más allá de eso, debe sacar los tres puntos para contar con opciones para un play-off que los vallisoletanos no pisan por una evidencia: solo han ganado dos partidos fuera de casa en lo que va de liga.
Podría ser válido sumar un punto en esos campos, pero cabe recordar que realmente se trata de partidos de seis puntos, ya que si sacas el triunfo, recortas además tres al adversario. Aun así, no todo será pura adrenalina. El calendario ofrece al Real Valladolid dos partidos algo más «tranquilos», como son los que disputará en casa del Nástic y del Lorca.
Ante los catalanes será este próximo fin de semana y, pese a vencer esta jornada después de cinco meses sin hacerlo, siguen en plena lucha por evitar el descenso. En el caso del Lorca, será difícil que cuando llegue el partido se encuentren en esa situación porque van penúltimos, a quince de la salvación, así que lo más probable es que ya sea equipo de Segunda B.
En resumen, de las nueve finales –porque ya son finales-, el Real Valladolid afronta seis de ellas como choques fundamentales, pero sin olvidar que los tres restantes, por mucho que sean rivales de abajo, son también importantes. No hace falta recordar que precisamente en campos de este tipo se han perdido muchas opciones de cara al objetivo. Mismamente el año pasado así ocurrió frente al Mirandés y el Reus en las últimas jornadas, y por ello en este camino de espinas el Pucela no debe tropezar dos veces con la misma piedra.