Pablo Hervías y Borja Fernández ponen voz a la alegría por la clasificación para el play-off, contenida por las escasas fechas que transcurrirán hasta la ida

La euforia del final del partido, vestuario incluido, encontró poco después un contraste en el afán de mesura del equipo. Y es que si bien el Real Valladolid sabe desde su primer integrante al último de la hombrada que ha sido alcanzar el play-off, nadie quiere excesos de confianza. Así lo verbalizaron los futbolistas que pasaron al término del choque en zona mixta.
Pablo Hervías fue uno de los protagonistas del envite, pues fue el encargado de abrir la falta con una falta magistralmente lanzada. Fue fruto de la “confianza” que tenía; sabía “que la iba a meter”, aunque por encima de la bella factura del tanto prefirió quedarse con que sirvió para que el Pucela ganara y lograse el objetivo. Y si así lo ha hecho es porque los jugadores siempre creyeron, se vinieron “arriba” y superaron dificultades como la derrota en Zaragoza para alzar los brazos al final de la última jornada.
Después de disfrutar del momento, algo a lo que el atacante emplazó a todos, el jueves Zorrilla vivirá otra final ante el Real Sporting de Gijón, una a la que los blanquivioletas llegan “con mucha confianza” y con el respaldo de los números, que indican que llegan fuertes.
Aunque el logroñés no quiere lanzar las campanas al vuelo, ya que sabe que los cuatro clasificados empiezan “de cero” y los que se vienen serán “dos partidos difíciles contra un gran equipo”.
“Llegamos muy bien, pero no tenemos que caer en un exceso de confianza. Tenemos que hacer dos partidos muy serios para poder seguir adelante”, agregó un Hervías que llega con la ‘flechita’ para arriba, después de dar dos asistencias ante el Albacete, de provocar un penalti contra el Lorca y del tanto ante Osasuna en un choque en el que la afición estuvo “impresionante desde el recibimiento del autobús”, a su modo de ver.
Después de once meses trabajando, “desde el doce de julio”, y de la remontada final, nada se puede reprochar a un Real Valladolid que vivió durante esta semana una importante comunión con la grada que Borja Fernández espera que continúa el jueves. “Pido a la afición que repita y que se vuelque como esta semana”, dijo el gallego ante los medios después de confirmar que, en su opinión, el paso dado no es más que el primero de tres “muy importantes”.
Sobre ese recibimiento, el mediocentro reconoció que el vestuario se había quedado “muy sorprendido”, como con todo lo acontecido durante la semana, pero rechazó que se pudieran ver atenazados, por más que, al menos él, nervios tenga “siempre”. Pero, aun con ellos, “sabía que el equipo iba a responder”, después del “partidazo” ante el Zaragoza y teniendo en cuenta cómo llegó el Pucela a este tramo final de temporada.
Instó a estar “tranquilos, porque todavía no se ha “conseguido el ascenso”, aunque agregó que cree que el equipo llega “muy bien” y que el duelo ante el Sporting “va a ser bonito”. En él se enfrentarán “dos equipos históricos, con dos aficiones muy buenas, que van a hacer honor a sus estadios de Primera en dos días muy bonitos de fútbol” y en los que Borja aguarda que el Real Valladolid salga victorioso.
