Jesús Julio Carnero, presidente de la Diputación de Valladolid, recibió al Real Valladolid con la misma ilusión de todos sus paisanos

Foto: Juan Postigo
La mañana del domingo era de caras de cansancio por, como mucho, haber dormido poco. También lo era de festejos y celebraciones, en este caso, las institucionales, como la que tuvo lugar en torno al mediodía en el Ayuntamiento o como la recepción en la Diputación de Valladolid, en la que Jesús Julio Carnero ejerció de maestro de ceremonias y anfitrión del Real Valladolid, así como de un nutrido número de aficionados que pudieron acceder al patio interior de la sede de la Diputación.
En un breve acto pero con un pequeño tentempié como lo alargó, hablaron las principales voces autorizadas del club, después de que el propio Carnero mostrara su ilusión por un ascenso que «llena de emoción a la ciudad y a toda la provincia».
El presidente lamentó que el diputado de Deportes, el exfutbolista profesional Luis Minguela, quien atendió a su llamada telefónica para, a través del manos libres y de los micrófonos y los altavoces, felicitar a los jugadores. Tras ello, llegó el turno de las fotografías, primero con los diputados que asistieron al acto, luego con la afición y más tarde de estas con los responsables de devolver al Pucela a Primera, aunque cansados, siempre accesibles durante el piscolabis posterior, que se alargó hasta más allá de las dos de la tarde y en el que nuevamente uno de los más aclamados y reclamados fue Jaime Mata.