El entrenador del Real Valladolid Promesas destacó la buena primera mitad de su equipo ante el Mirandés y valoró positivamente los primeros días de pretemporada, en los que dirige a un plantel joven y con futbolistas a prueba
Nada más terminar el primer amistoso de pretemporada, Miguel Rivera reunió a sus pupilos sobre el césped de El Plantío para dirigirles unas palabras. Más tarde repetiría la fórmula dentro del vestuario, acompañado de Andrés Fernández, integrante de la dirección deportiva, lo que hizo que fuera se escucharan aplausos, seguramente por el ánimo y optimismo que rezumaba. Con ese espíritu atendió a Blanquivioletas minutos más tarde, contento con lo que había visto contra el Mirandés.

Foto: Jesús Domínguez
Hay quien opina que en estos encuentros no se pueden sacar conclusiones, pero él sí las sacó. Aunque no quiere «confundir» y mostró cautela en sus palabras, reconoció que la primera parte le pareció «muy ilusionante», sobre todo dentro de las circunstancias actuales del equipo. «A pesar de tener a ocho o nueve jugadores con el primer equipo y de ser el Mirandés el rival más duro de los que tenemos, salvo por el accidente del gol, lo que he visto me parece ilusionante», reiteró.
Y es que enfrente se vio a un Mirandés como es, ambicioso, de campanillas, con jugadores como «Cervero, Puerto, Romero o Álvaro Rey», y sin embargo, frente a ese equipazo, los chicos estuvieron a la altura. «Estamos haciendo muchas pruebas, hay juveniles que por la mañana estaban en casa de vacaciones y por necesidad han tenido que venir… Sabiendo de todo lo que disponemos, estoy bastante ilusionado con hacer las cosas con humildad pero con competir con garantías desde el primer día y no pasar los apuros de la temporada pasada», manifestó.
De entre esas «muchas cosas esperanzadoras» destacó, por ejemplo, «todo lo bueno» que ha llegado en el periodo estival, a lo que es consciente que se le deben sumar los jugadores a priori importantes que están con el primer equipo y «dos o tres cositas que quedan por traer».
«Estoy muy ilusionado y soy muy realista, porque sé todos los compañeros que no teníamos. La valoración de estos primero días es muy positiva porque sabemos que vamos a poder tener un grupo muy competitivo», confirmó, al tiempo que destacó este periodo como una oportunidad para otros que están probando o que son más jóvenes.
Así, reconoció que Alvi le sorprendió «gratamente», la capacidad de Saeed si el cuerpo técnico es «capaz de pulirlo, al igual que Baba«, que tiene unas características distintas, pero pueden todos ellos «ayudar en el proyecto», al que todavía se podrían sumar otros jugadores que ya están a sus órdenes como por ejemplo Waldo Rubio. «Creo que es interesante», dijo de quien marcó siete goles el año pasado en Segunda B con el filial del Córdoba y de quien llegó a debutar en Segunda.
No dejó pasar la ocasión de advertir a otros futbolistas de que «se tienen que dar cuenta de que la categoría es muy diferente a la juvenil si quieren ganarse una oportunidad», algo dicho en sentido también positivo. «Queremos que aprovechen esa oportunidad que nos ha dado el club de ver a chicos tanto de casa como de fuera«, arguyó, huyendo, a la vez, del temor de la juventud. «Sabemos que habrá rivales que tengan más experiencia, pero los filiales atesoramos otros valores como la juventud, el potencial físico, el talento por desarrollar y mejorar… Yo estoy contento», incidió.