El presidente y propietario del Real Valladolid valoró en rueda de prensa las últimas novedades institucionales
Poco a poco la tranquilidad vuelve a adueñarse de un Real Valladolid en el que en los últimos meses lo que había reinado habían sido los nervios. Después de los rumores sobre un posible cambio de propiedad y de la salida de los vicepresidentes, las últimas semanas han estado marcadas por las obras en Zorrilla y por la exitosa campaña de abonados, cosas a las que Carlos Suárez hizo mención públicamente este lunes.

«Estoy muy contento por haber llegado a los 20.000 abonados. Cuando presentamos la campaña alguno me miraba como si estuviese loco, pero las sensaciones y la dinámica de la que veníamos indican que si hubiéramos tenido más plazas, seguro que habríamos vendido más», ponderó el mandatario. Esos 20.000 socios son el límite fijado para la temporada, algo que granjeó alguna crítica, pero que el presidente razonó:
«Tenemos muchos convenios de patrocinio que incluían entradas. Veníamos de un déficit de asistencia por causas de fuerza mayor. No podíamos arriesgarnos a no tener entradas a la venta. Las circunstancias han sido las que han sido; quienes han estado durante la travesía en el desierto se han visto recompensados, en un 45% con el carnet gratis y el resto con el mismo precio».
Las más de 26.000 almas que se espera que se congreguen en el estreno del curso en Zorrilla el veinticinco de agosto comprobarán el lavado de cara que se está llevando a cabo, o al menos parte de él. Con arreglo a la normativa, el Real Valladolid ha adecuado la iluminación, mejorado las cabinas de prensa, ha creado la sala VAR y un plató de televisión en los bajos… Se dice que, junto a ello, por mediación de alguna gran empresa podría irse más allá y, por ejemplo, cambiar los servicios audiovisuales. Aunque Suárez no lo quiso confirmar.
Tampoco lo hizo del todo con su presencia en el palco ante el Fútbol Club Barcelona, aunque sí reconoció que «todo parece indicar que la situación va a seguir así». Ante la junta de accionistas de este martes se mostró tranquilo, dispuesto a seguir liderando el proyecto en este año «muy duro, en el que hay que hacer frente a las obligaciones firmadas en su momento». Aunque mostró su «ilusión», que a su modo de ver es la de todos, porque todo vaya bien y el Real Valladolid se posicione de manera más ventajosa de cara al futuro. «Es lo más importante, que todo salga bien, no yo», concluyó.